
Recuperando a la gente Inmadura
Bernardo Stamateas
Esta gente tenia cinco características, hoy no te voy a hablar de Lot, yo también quiero matarlo a Lot, pero hoy Dios nos va a hablar de cómo pensaban los trescientos dieciocho que son los que recuperan a la gente recuperable y los traen al nombre del Señor.
Vamos a recuperar a la gente perdida, van a volver a la casa de papá y papá los va a cambiar en el nombre del Señor. Cinco características.
Vivieron en el desierto. Los trescientos dieciocho fueron formados en el desierto.
Vamos a hacer un test.
1- ¿Cuántos pasaron momentos duros en su vida?
2- ¿Cuántos fueron rechazados?
3- ¿Cuántos fueron abandonados?
4- ¿Cuántos tuvieron enfermedades graves, crisis, calor en el desierto? Tengo una buena noticia, calificás para ser parte del comando especial del Señor, porque para tareas especiales Dios no llama a maricas.
Dios llama a gente que le ha pasado de todo en la vida, gente que se acostumbró a lo incómodo, al calor del desierto, a la carencia, esa es la gente que Dios va a llamar para recuperar lo perdido.
Si te pasaron cosas duras en la vida, hoy Dios te convoca.
Porque cuando una persona pasó de todo en la vida, no está en la estupidez, cuando una persona pasó por momentos duros, rechazo, enfermedades graves, abandonos, crisis, esa persona sabe cuales son las cosas importantes de la vida.
Nunca me voy a olvidar cuando fuimos con Felipe y con la directora a ver a esa chica en el hospital. Tenía dieciocho años, de Paraguay, había venido para buscar un trabajo, llegó a la casa, el hombre la violó y le dijo: Esta noche traigo a un grupo y te vamos a violar en grupo; la encerró, la piba se desesperó, saltó de tres pisos, quedó cuadripléjica estaba atada, fuimos a verla y yo dije, ¡cuanto dolor el de esta gente!
Yo me imaginé un minuto estar en el pellejo de ella, ¡me angustié tanto!, gente que ha pasado por desiertos, por momentos difíciles, esa es la gente que califica.
Dios no llama a la gente que nació en cuna de oro, Dios no llama a la gente que vivió cómoda, Dios va a llamar gente que les pasó de todo, que los torturaron, los persiguieron, los lastimaron, los abandonaron, los abusaron, porque esa gente en manos de Dios es capaz de lograr cualquier cosa en su nombre.
Para ciertas tareas Dios busca gente que la pasó mal.
¿Cuántos la pasaron mal? calificás para el comando grupo Swat para recuperar cosas perdidas en el nombre del Señor, amén. Por eso Pablo dijo: He aprendido cuando estuve pobre, cuando estuve rico, en lo mucho y en lo poco, de todo he sido enseñado todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Pablo dijo: A mi me persiguieron, me escupieron, me apedrearon, por eso Dios me ha llamado, porque sabe que puede contar conmigo para lo que sea. Gloria a Dios.
Cuando vos saliste de tu momento difícil, de tu crisis ¿eso fue un milagro? No, fue una señal. ¿Qué es un milagro? es algo que Dios hace de manera sobrenatural.
¿Qué es una señal? un milagro que tiene una enseñanza. Por eso la Biblia habla de milagros y señales. Un milagro, Dios te hace algo y se terminó. Pero una señal es un milagro que Dios te lo hace, que representa otra cosa que Dios va a hacer en vos.
Por eso en el evangelio, Juan va a contar siete señales.
Él dice que un día Jesús, llegó a un casamiento y no había vino, y estaban todos llorando porque no había vino; entonces Jesús convierte el agua en vino; y dice Juan, esta fue la primera señal, un milagro con enseñanza.
¿Cuál era la enseñanza? el agua convertirse en vino fue milagro, pero la señal fue que Dios siempre te va a dar gozo en donde te encuentres. Después, dice Juan, les cuento otra señal; un día Jesús va al desierto y hay diez mil muertos de hambre, Jesús agarra el pan, lo reparte, comieron todos; el milagro fue multiplicar el pan, la señal fue que Jesús es el pan y todo el que coma de él nunca va a tener hambre, se encuentre donde se encuentre.
Tu desierto no fue un milagro, fue una señal, el milagro fue que estás vivo y la señal es que, si estuviste vivo de todo lo que saliste, vas a seguir vivo en todo lo que va a venir a tu vida. Por eso Dios va a elegir gente que pasó por momentos difíciles y hoy estamos acá, celebrando el nombre del Señor. ¡Gloria a Dios!
Segundo: Los trescientos dieciocho aprendieron que Dios los podía prosperar en todo lugar y en toda circunstancia. Estos trescientos dieciocho estaban seguros que Dios los respaldaba en las buenas y en las malas.
Bendita será tu vida en la entrada y en la salida, en el valle y en el campo. Un día José tuvo un sueño, lo tiraron a un pozo y lo vinieron a comprar los egipcios para llevarlo a Egipto; no importa en qué pozo te tiren, te va a ir bien donde te arrojen, y espero no ofender a nadie por Internet, nosotros no necesitamos mudarnos a otro país para prosperar; donde nos tiran prosperamos, porque en todo lugar y en toda circunstancia Dios va con nosotros y todo lo que hacemos nos sale bien; eso es lo que los trescientos dieciocho sabían, que Dios estaba en la buenas y en las malas, estaba en la guerra y en la paz, estaba en la abundancia, estaba en la pobreza y estaba en la enfermedad.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. ¡Dios te va a prosperar en toda circunstancia!
Fíjense José, lo tiraron al pozo, pero el pozo nunca entró dentro de él; lo tiraron a la cárcel, pero la cárcel nunca entró dentro de él; lo tiraron a la injusticia, pero la injusticia nunca entró dentro de él.
¿Saben por qué no pudieron entrar? porque el corazón de José estaba lleno con las promesas de Dios. No importa el pozo en que te tiraron, llená tu corazón del conocimiento de que Dios está con vos y el pozo en que estás no va a entrar dentro tuyo.
Lo que está adentro que es la promesa de Dios, vas a vencer, mayor es el que está dentro de mí que el que está afuera de mí. ¿Cuántos lo creen? Aplaudan al rey. Decí: Es por un tiempo, cuando me tiren al pozo, cuando no tenga trabajo, cuando me enferme, cuando vengan luchas y problemas, es por un tiempo.
Cuando a José lo tiraron al pozo dijo, esto es por un tiempo. Fíjate que a José lo llevaron a Egipto, lo metieron preso, lo compraron como esclavo en Egipto. Egipto tuvo la pata arriba de la cabeza de José, pero un día José le interpretó el sueño a faraón y Dios lo levantó, y la pata de José quedó arriba de todos los egipcios.
Hoy la gente te puso la pata en el cuello, las deudas te pusieron las patas en el cuello, los locos te pusieron las patas en el cuello, pero es por un tiempo, Dios va a invertir los papeles y la pierna tuya estará arriba y no abajo.
Porque Dios te ha hecho para la victoria, así que no te desanimes, porque Dios nos va a prosperar en todo lugar, en todo tiempo y siempre, si alguien lo cree aplauda ¡Amén! ¿Cuántos conocen lo que es el GPS? es el aparatito que te dice por dónde estás. GPS, vos pones la dirección para llegar a tal lugar, te dice, siga derecho, doblá, vos vas siguiendo y el GPS te guía a destino.
Pero vamos a suponer que te dice, doble a la derecha y vos doblás a la derecha y te perdiste, me pasó a mí en Miami, nos fuimos para otro lado y desde ese lugar el GPS te vuelve a ordenar el camino para que llegues a tu destino.
Tengo una buena noticia el Espíritu Santo es tu GPS y aún cuándo metas la pata y decidas cosas tontas, desde ese lugar Dios va a reordenar todas las circunstancias para llevarte a destino otra vez, así que si alguien metió la pata dejá que el Espíritu Santo lleve tu vida hoy. Me traje un libro que analiza todas las persecuciones en la Biblia de Génesis a Apocalipsis.
Me lo puse a leer y aprendí que ¿se acuerdan en Hechos 1:8? «y recibirás poder y serás testigo en Jerusalén, Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra» y yo enseñé equivocadamente que Jerusalén era tu casa y Judea era la casa de al lado y Samaria era el de más al lado, lo escucharon de mí, les pido perdón, discúlpenme, me puse a leer y explica el autor, que los apóstoles, ninguno era de Jerusalén, eran todos de Galilea o sea que cuando le dice, serás testigo en Jerusalén, Judea y Samaria no era su hábitat, en Jerusalén los perseguían para matarlos; y cuando yo leí eso, el Espíritu Santo me dijo, donde te persiguen es donde viene tu próximo avivamiento, es en tu crisis.
Dios no te va a sacar de tu Jerusalén, te va a dejar, para que la gente alrededor vea que en medio del lugar donde te persiguen, el Espíritu Santo ha caído sobre vos con lenguas, señales, prodigios y maravillas. ¡Amén, gloria a Dios, eso fue glorioso! Estamos bendecidos, decí: Estoy bendecido, donde voy, donde hablo, donde piso, Dios está conmigo, y me va a ir bien, ¿cuántos lo sabemos y lo creemos? Ya son trescientos dieciocho.
Pablo va a Tesalónica, funda una iglesia y lo fajan a Pablo, y tiene que huir, donde iba le pegaban, quiere volver a Tesalónica porque fundó una iglesia, pero le mandan una nota donde dice, si vos volvés a Tesalónica, vamos a liquidar a tus amigos, y Pablo no pudo entrar, si, a Pablo lo amenazaban con pegarle a él; él iba, pero le amenazaron los amigos! no pudo entrar y Pablo dijo: ¡Diablo basura, cómo hago ahora para entrar, porque si yo me arriesgo van a matar a mis amigos! Entonces Pablo les mandó una cartita, 1ª Tesalonicenses; y les dice, vamos a ponernos de acuerdo, para que si yo estoy preso la palabra de fe corra, porque a mi me pueden detener, pero lo que hablo nadie lo puede detener.
Hoy estás aprisionado, pero tu boca puede decir un gloria a Dios y hoy desde este lugar y desde el lugar estrecho donde te encontrás, vamos a soltar palabras de prosperidad, palabras de sanidad, palabras a nuestra famila, palabras a los desconocidos, palabras a la ciudad, nos puedan limitar a nosotros, pero nadie podrá limitar la palabra de victoria que hoy soltamos sobre nosotros.
T. D. Jakes, el mejor predicador norteamericano dice: He aprendido a no lamentarme por los sueños que no se hicieron realidad, edificios que tratamos de comprar, y que no se pudieron, oportunidades que no se materializaron, cosas que no se pudieron comprar, puertas que se cerraron en la cara, no lo tomé con seriedad, he aprendido con los años que lo que Dios tiene para mí, será para mí, por eso mi lema es: ¡Voy a seguir adelante! Esas son palabras sabias de un hombre sabio. ¡Seguí adelante! ¡Dios te va a hacer prosperar, todo es circunstancial!
Tercero: Los trescientos dieciocho fueron entrenados para dar la vida por otros.
¿Cuándo fue la última vez que te jugaste por alguien?
¿Cuándo fue la última vez que te arriesgaste por alguien?
¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo bueno por alguien sin ningún interés?
¿Está entrenado? ¿Estás dispuesto a arriesgarte a que te calumnien, te critiquen para rescatar a tu Lot?
¿Estás dispuesto que digan estupideces?
Si estás dispuesto a arriesgar tu vida para salvar a alguien, sos de los trescientos dieciocho.
Miren lo que me contó George Anderson, el americano que me dio el entrenamiento. Estaba tercero en una fila de un banco, y entonces, una morena americana que estaba en el lugar número treinta empezó a hacer lío, gritaba, este hombre dice que cuando vio a la mujer sacada, se le acercó le dijo: Señora ¿qué le pasa? No, estoy apurada tengo que hacer un trámite.
Mire señora, yo no estoy apurado, vaya al tercer lugar y yo me quedo en su lugar, vaya allá, así que la mujer fue al tercer lugar y él fue al número treinta y dijo: Yo no tengo apuro, no hay problema. Cuando llegó a la ventanilla lo atendió la cajera y le dijo: Señor ¿cómo es su nombre? George Anderson; el gerente del banco quiere hablar con usted.
Lo llama el gerente y le dice: Señor ¿usted por qué hizo eso? y él le dijo: Yo lo hice porque eso se llama inteligencia emocional y yo soy inteligente, si yo la pude ayudar, por qué no lo voy a hacer? Y el gerente le dijo, a partir de ahora para usted y para toda su familia, de aquí hasta que se muera, usted no va a hacer más fila en este banco.
Y cuando contó eso me acordé de la parábola del buen samaritano que encontró a un herido y le ayudó que fue lo que hizo ese hombre. Nosotros decimos, espiritualmente le sirvió, psicológicamente tuvo inteligencia emocional, estuvo dispuesto a bendecir a alguien. Los trescientos dieciocho son las personas que están dispuestas a arriesgarse para que alguien más venga a la casa y aprenda a pensar como el Señor, ¡gloria a Dios!.
Cuarto: Los trescientos dieciocho conocían el poder de la perseverancia. ¿Habrá gente perseverante hoy acá? Abram dijo tenemos que ir a rescatar a Lot, acá tengo los trescientos dieciocho. ¿Cuantos saben que Lot es un tonto? ¿cuántos quisieran matarlo? todos ¿cuantos quisieran descuartizarlo?, sí ¿cuantos saben que es chusma? todos, pero tenemos que rescatarlo, tenemos que darle una oportunidad, porque sino lo traemos a casa, Dios nunca le va a cambiar la cabeza, así que estén dispuestos, miren que es peligroso, vamos a enfrentar a cinco reyes, no importa, miren que vamos a tener que ir de noche y enfrentar la oscuridad, no importa, vamos a rescatarlo.
Abram, tenemos un pacto con vos, un sueño en común, Dios nos llamó para llevarnos a la tierra prometida, a la tierra de bendición. No estamos acá porque nos queremos, estamos acá porque hay un pacto espiritual de un proyecto grande, que se llama avivamiento, esa gente entendió y esa gente es la gente que logra recuperar lo perdido, gente que dice: A mi Dios me dio un sueño, yo no me voy a detener de noche o de día, pase lo que pase, digan lo que digan, a mi Dios me dio una palabra y yo con la ayuda de mis hermanos, voy a pelear y voy a alcanzar lo que Dios me dijo que voy a alcanzar.
Otros dirán que es grande, otros dirán que estoy loco, pero es Dios el que me llamó, es Dios el que me respalda, así que yo voy a perseverar en lo que Dios me prometió. ¿Habrá algún loco hoy en esta noche, que vino esta noche para decir yo voy a seguir adelante?
Se acuerdan que Elías le dijo a Eliseo ¿qué querés que te dé? una doble porción de tu espíritu, cosa difícil has pedido, querés un contacto con el coro para estar en el coro, no.
¿Cuántos saben que Elías era medio loco? carácter feo, qué cosa difícil has pedido, bueno, espérame acá que tengo que ir a esta ciudad, espérame acá ¡Eh! ¡Te dije que me esperes allá! ¿qué querés que te dé? una doble porción de tu espíritu, no, cosa difícil, espera acá, se fue para Laferrere, Eliseo lo siguió a Laferrere, no se lo podía sacar de encima, así que dijo: Ya sé lo que voy a hacer, me voy para Olimpo y fue ahí y sabes qué hizo Dios, le mandó un caballo de fuego, una carreta de fuego y la plantó en el medio para llevarse a Elías, porque Dios dijo, no le mando un caballo de fuego, no lo separo con nada a este loco, por eso mandó un caballo de fuego.
Esa es la gente que va a usar, gente que no se despega de la palabra, del sueño, de la gente correcta, de la gente que tienen mentalidad de abundancia y de bendición, la gente que Dios va a usar es la gente que tiene un pacto, yo me voy a pegar a la palabra de fe, yo me voy a pegar a la palabra de Dios, y lo único que a mi me arranca es un caballo encendido en fuego, porque a mi no me arranca nadie, esa es la gente.
Porque más vale un Eliseo que no te lo saca ni un caballo de fuego que quinientos profetas de Baal, hacen puro ruido, le oraban a su Dios, quinientos histéricos. ¿Sabés a quién Dios va a llamar? y no estoy hablando mal de la experiencia, estoy diciendo que la gente que son del comando especial, son los que se pegan a la palabra correcta y no dejan que nada los separe ¿cuántos están entendiendo eso?.
¿Por qué faltaste la semana pasada? ¿Cuántos van a venir la otra semana? y no sé, yo vivo muy lejos, a vos te separa la distancia. Yo tengo muchos hijos, a vos te separan los hijos, a vos te separa la pobreza. Eliseo dijo: A mi no me separa nadie, yo encontré la palabra y a mi de la palabra no me despega nadie.
Primero, trescientos dieciocho, vivieron en el desierto, hay gente que salió de cosas difíciles, que la abandonaron, la maltrataron, que vivieron en pobreza, en abandono, en maltrato religioso, hay gente así, que fueron abusados, calificás entonces. Es la gente que sabe que Dios los va a bendecir en todo lugar y en todo tiempo, hay gente que sabe hoy que Dios te va a bendecir donde te tiren, van a terminar llevándote al sueño, hoy te pusieron el pie en la cabeza, pero mañana Egipto estará debajo de tus pies, en el nombre del Señor.
Tercero son personas entrenadas a dar la vida por los demás, gente que va a rescatar a la gente, gente que se anima. En el noventa y nueve por ciento de los programas de televisión que nos invitan nos dicen que no podemos hablar de Dios, así, abiertamente salvo el de Pablo Muney la gran mayoría nos dice, nosotros los dejamos, no hables de Dios, si hablas de Dios no te invitamos más y nosotros dijimos no hay ningún problema podrán cerrarnos la boca para hablar de Dios, pero no podrán cerrar las oraciones que hacemos, antes, durante y después, para que la gente venga y conozca al Señor.
Cuarto conocían el poder de estar juntos, pégate a la gente correcta, si viste un Abram por ahí, pégate para que Dios diga, a éste le tengo que mandar un caballo de fuego para sacárselo de encima, estos trescientos dieciocho le dijeron, nosotros no estamos nada más por tus bendiciones, porque lo quinto que aprendieron, lo más importante, es que los trescientos dieciocho aprendieron a vivir cerca de un altar, ¡esto es glorioso!
Ellos nacieron en la casa de Abram, fueron entrenados con la mentalidad. Yo quiero decirles a todos los que vienen de otra iglesia, vos tenés que cancelar todo lo que te enseñaron, porque ahora estás en otra casa, tu vieja mentalidad no te va dejar entrar al próximo nivel, porque uno no puede entrar a un nuevo nivel con una vieja mentalidad, y el que te lo está diciendo fue el que tuvo que tirar diez años de estudio teológico, fui profesor en distintos lugares estudié cuatro años y Dios me dijo, vos tenés que tirar todo, ¡me dolió a mí, hermano!, yo le dije ¡por qué no me lo dijiste antes Señor!
Pero Dios me dijo para que te duela, porque necesito llamar gente incómoda, gente a la que le han pasado cosas, gente que ha tenido desilusión, Dios no llama a gente perfecta, Dios llama a gente que está dispuesta a dejar lo viejo, porque lo viejo no es que sea malo, fue bueno para el ayer, pero no es bueno para tu hoy, toda tu mentalidad tiene que ser arrancada, nosotros estamos acá juntos, no estamos para escuchar un lindo mensaje, estamos para cumplirle un sueño grande a Dios, porque estamos entrando a una tierra que se llama Argentina, que será llena de la presencia del Señor.
Abram, donde iba paraba, ponía unas piedras, levantaba las manos y adoraba a Dios. Un día Dios le dice: Abram entregame un animalito, una vaquita, y Abram le dice, no, te voy a entregar a mi hijo, no, vos no sos mi siervo, vos sos mi amigo, porque el que da más de lo que se le pide para Dios es un amigo, el que da lo que se le pide para Dios es un siervo, pero el que da más no, por eso cuando me dicen siervo ¡no! yo soy amigo de papá.
La gente golpeaba tres veces en la puerta, Abram golpeaba siete, la gente llegaba a las ocho, Abram llegaba siete y media, la gente se iba a las diez, Abram se iba diez y media, un poco más. Por eso Abram dijo no, yo la vaquita no te voy a dar, te voy a dar a mi hijo, entonces levantó un altar. Los trescientos dieciocho, veían que Abram amaba a Dios por lo que Dios era, y esta es la revelación que voy a soltar, la gente que recupera lo perdido ama más a Dios que a lo perdido, yo sé que un milagro es importante, que recuperar a Lot es importante, y que Dios nos prospere es importante, lo sé, pero más importante tiene que ser hoy, amar al Señor.
Si vos tenés un tío rico ¿qué haces con ese tío rico? te cuenta un chiste tonto y lo celebrás, porque sabés que el viejo mañana muere y te va a dejar todos los millones, lo celebrás, si el tío no tuviese una moneda por la mitad, que lo vaya a visitar la madre.
¿Cuántos conocen gente que actuaría así? Vos sabés que es rico, se está por morir y cómo se sentirá Dios si nosotros venimos a buscar algo de Dios y no a él, si él nos dijo que nos va a dar todas las cosas ¿por qué no le vamos a creer? Vos imaginate, Leo va a su hijo y le dice, te abrimos una cuenta en el banco, y pusimos diez mil pesos para vos, y Josué lo mira y le dice: Bueno, gracias mamá, gracias papá, me podes mostrar el recibo del trámite ¿cómo te sentirías? ¿Cómo? ¿No confiás en mi y me pedís que te muestre el recibo? ¡Es mi palabra! No necesitamos pedirle confirmación a Dios, nosotros creemos que estás bendecido, no necesitamos que nos muestre ningún papel, ya Dios nos ha hablado.
Donde iba Abram levantaba un altar y los trescientos dieciocho recuperaron lo perdido, porque amaban más al Dios que daba lo perdido. ¿Saben cuántas personas que vinieron acá consiguieron un coche, casa, bendición? se fueron, dicen yo amo a Dios, yo me congrego, veo por Internet, porque amaron más la dádiva, que al dador.
Entonces Abram les enseñó, miren muchachos, vamos a recuperar todo, Dios nos va a bendecir, vamos a tener prosperidad, pero lo más importante, es que levantemos un altar y lo amemos a él. ¿Te gustaría que en esta noche hagamos un altar y le digamos, te amo Señor, te amo papá, gracias por todo, te bendigo esta noche?.
Una noche, unos pastores están trabajando, los pastores no trabajan de noche, pero estos pastores sí, gente sencilla, humilde, gente común, de pronto vieron una estrella, dice el evangelio, y la estrella empezó a brillar y siguieron la estrella, en ese momento que siguieron la estrella, fueron llevados adonde estaba Jesús, aparecieron unos ángeles y les dijeron: Ha nacido el Salvador y los pastores llegaron y vieron al bebé envuelto y empezaron a cantar al Salvador.
El que cree en él tiene vida eterna, ¿no es eso maravilloso?. Pero esa misma estrella la vieron unos magos, de lejos, vieron esa estrella y la siguieron dos años, era una caravana dice el evangelio, lleno de oro, incienso, mirra. No eran Melchor, Gaspar y Baltasar, era una caravana grande, siguieron la estrella, en ese desierto que atravesaron, pasaron lluvias, pasaron ataques, pasaron intentos de robo, ¿sabés lo que es viajar dos años siguiendo una estrella? cuando llegaron Jesús ya no estaba en el pesebre, estaba en la casa de él, tenia dos años, y cuando llegaron dijeron: Venimos a adorar al rey; porque la gente sencilla conoce al Salvador, ese es el primer paso, pero la gente sabia quiere adorar al rey
¿Sabés por qué los pastores no llevaron nada para adorar a Jesús Salvador? porque la salvación es gratuita, no hay que llevar nada, sólo hay que dar gracias, pero para reconocer a Jesús como el rey ahí tenés que llevar algo. ¿Trajiste hoy algo para darle al rey? entonces sos sabio, la primera pregunta del antiguo testamento la hizo Dios: ¿Dónde estás Adán? ese es Dios buscando al hombre, la primera pregunta del nuevo testamento la hicieron los magos: ¿Dónde está el rey? la gente que conquista, es la gente que dice: Yo a Jesús ya lo tengo como Salvador, pero ahora yo vine a buscarlo como rey; yo pasé de todo, pasé lluvias, pasé desiertos, pasé pruebas, pero hoy yo traigo mi vida, traigo mi presente para adorarlo como rey.
Dios dio todo para mí, pero yo hoy doy todo para él, hoy le voy a dar todo y lo voy a hacer mi rey y voy a levantar un altar. Esta noche, si hay algún sabio que adore. Todo lo que pasaste, es para llegar a esta noche, para llegar a su casa. Hay gloria esta noche, hay gloria, amén.
Cuando Abram recuperó a Lot, le dijo al rey, yo no quiero nada para mí, pero los que vinieron conmigo tiene que llevarse el botín, los trescientos dieciocho siempre tienen más botín que los que no son trescientos dieciocho.
¿Habrá algún trescientos dieciocho? vos vas a tener más bendición que los demás. ¿Sabés quién estuvo al lado de Abram toda la vida? Eliezer ¿sabés quién era Eliézer? estaba al lado de Abram cuando Abram no era nada, Dios te va a poner gente Leo, que está con vos por lo que vos sos, no por lo que vos tenés, porque ahora a nosotros nos llama mucha gente que nos dice Bernardo, Alejandra, pero nosotros sabemos quienes son los Eliezer de este ministerio, que estuvieron en medio de la guerra, en medio de la batalla, que estuvieron cuando Isaac no había nacido, que estuvieron en momentos difíciles, esa es la gente que Dios te va a poner cerca, no son muchos, son un puñado, pero son tu Eliézer.
Eliezer ¿saben dónde nació? en la casa de Abram. Los pastores adoraron al Señor, el pastor no trajo nada porque la salvación es gratis, yo no sé si habrá alguien que en esta noche nunca le pidió a Jesús que sea su Salvador, no tenés que traer nada, ni hacer una peregrinación, ni un rezo, sólo decir, gracias Señor. Ya conocimos la salvación, no nos vamos a quedar ahí ahora venimos al rey, traemos toda nuestra vida.
Termino con algo que dijo el pastor Adrián Roger:
Todos los milagros de Jesús fueron palabras: levántate, camina, sé sano, recibilo, tenés paz, pero cuando Jesús nos tuvo que salvar, no alcanzaron las palabras, tuvo que morir, por eso la salvación es el milagro más grande, el milagro más grande es que Jesús perdona nuestros pecados, sana nuestro pasado, pone nuestro nombre en la eternidad, todos los milagros Jesús, los hizo hablando, pero cuando tuvo que salvarnos dijo, no muchachos no me alcanzan las palabras, voy a dar la vida, yo voy a dar todo, porque sé que un día vendrán sabios con oro en sus manos, con su vida, para decir ahora me toca a mí darte todo, ahora yo te voy a adorar, gracias Jesús.
Los que son pastores y hoy reciben la salvación y los que son sabios y hoy reciben al rey. Levantá tus manos y decile: ¡Gracias Señor! te doy mi vida, te doy mi presente, mi futuro, te doy mis fuerzas, te doy mi todo.
Te amamos Señor, te damos gloria.
Estás vivo, estás viva esta es la noche que Dios te llama.
Bernardo Stamateas.
GRACIAS ONE , GRACIAS BERNARDO . QUE DIOS NOS PERMITA PODER VER Y OÍR CUANDO EL NOS LLAMA Y DIRIJE NUESTRA VIDA . EN TIEMPOS DIFÍCILES HAY QUE AFERRARSE A LA PALABRA DE JESÚS QUE ES LA VERDAD!!!