-Las civilizaciones también necesitan de esa energía llamada solidaridad, amor, afecto o cariño.
Si el nivel de solidaridad de un mundo es bajo, hay infelicidad colectiva, odio, violencia, división y guerras;
Si hay al mismo tiempo un alto nivel de capacidad destructiva…¿comprendes lo que podría pasar, Pedrito?
-Claro, que podría originarse un buen desastre…
¿Y qué quieres decirme con eso?
-Sin solidaridad, ninguna civilización puede sobrevivir por largo tiempo,
Para sobrevivir, deben necesariamente alcanzar una forma de organización benevolente, afectuosa, justa pata todos, equitativa, o terminarán por destruirse por culpa del mal uso de la ciencia y la tecnología;
Uds. ya lo están haciendo, y cada día más rápidamente… por si no te has dado cuenta.
-Tienes razón, le estamos dando una feroz paliza a nuestro pobre planeta…
¿Y por qué no puede sobrevivir una civilización sin solidaridad?
-Porque a nivel universal existe una sola forma perfecta de organización, capaz de garantizar la supervivencia y el bienestar colectivos, se alcanza de manera natural cuando una civilización se acerca a la solidaridad,
Cuando ya no ignora las necesidades materiales, culturales, espirituales y afectivas de todas las personas y de todo su entorno, flora y fauna, tierra, agua y aire, y esto sólo sucede cuando una civilización evoluciona.
-¿Y en entonces toda la gente deja de ser mala?
–Naturalmente.
Los habitantes de los mundos que han construido civilizaciones planetarias solidarias son pacíficos, no hacen daño a nadie; al contrario, procuran ayudar a quienes puedan, porque a mayor crecimiento interior, aumenta la necesidad de ayudar a los demás.
https://youtu.be/tLw4brBXv0o
Una inteligencia mayor y más amorosa que la nuestra inventó todo esto.
(Libro: Ami, el niño de las estrellas, Enrique Barrios, páginas 35 a 36, extracto del diálogo entre Ami y Pedro)
Deje una respuesta