El papa Francisco advirtió que Argentina es el país de las «Tantas Oportunidades perdidas»,

El papa Francisco advirtió que Argentina es el país de las «Tantas Oportunidades »

Entrevista al Santo Padre

Papa Francisco:

«Argentina es el país de las grandes oportunidades perdidas»

El papa Francisco reiteró que está a favor de que los padres le den un chirlo a sus hijos.

El Papa Francisco volvió a decir que se sintió usado por los políticos argentinos.

El papa Francisco advirtió que Argentina es el país de las:

«Tantas oportunidades perdidas», pese a toda su riqueza y «muchas» posibilidades y al respecto reflexionó:

«Algo pasa».

En una entrevista que publicó hoy el diario «La Voz del Pueblo» de Tres Arroyos, el pontífice reiteró que se sintió «usado» por los políticos argentinos y aseguró que pobreza, corrupción y trata de personas son los «peores males» del mundo y habló de sus gustos y sus miedos.

Francisco también se refirió al último Boca-River, a Marcelo Tinelli, cuestionó la existencia de las barrabravas, se refirió también a su relación con los medios y a la importancia de las utopías para ir hacia adelante.

Además, explicó por qué pide siempre que recen por él y manifestó que quiere que lo recuerden como «un buen tipo que trató de hacer el bien».

En la entrevista que le concedió el último miércoles al periodista Juan Berreta, el Papa dijo que no sabe «cómo van las elecciones ni quiénes son los candidatos.

Me imagino quiénes deben ser los principales, pero no sé tampoco cómo van las tensiones».

Y, reconoció que sabía que en las PASO de Buenos Aires ganó el PRO porque «lo vi en el diario, salió hasta en La Repubblica».

El papa reiteró que está a favor de que los padres le den un chirlo a sus hijos, al recordar una anécdota de su infancia y cuestionó las «contradicciones» que se dan en países que penan a las familias por castigar a los niños, pero tienen leyes que permiten «matar a los chicos» antes de nacer.

En su entrevista el pontífice volvió a contar la misma anécdota que hizo pública durante una audiencia general en Plaza San Pedro, en la que relata con detalles la paliza que recibió de sus padres por haberle dicho algo inapropiado a una maestra de cuarto grado.

«Yo estaba en la preadolescencia, tenía unos 10 u 11 años, y la maestra no recuerdo qué dijo y yo largué un término que no correspondía.

Y me escuchó. Cuando salimos al recreo me dijo:

‘Eso no se dice, así que te voy a mandar una nota para que venga tu mamá mañana’», memoró.

«Mi mamá fue, la maestra salió del aula y me mandaron a llamar.

Y mi mamá muy tranquila me comentó:

’Lo que le dijiste a la maestra no se dice, ella trabaja para enseñarte, para hacerte hombre, así que pedile perdón’.

Le pedí perdón a la maestra, me dio un beso y me dijo que volviera al aula.

Y un poco dije, ’ya está, la pasé’.

Pero ése fue el primer capítulo, el segundo fue cuando llegué a casa.

Ahí sí cobré lindo», sostuvo.

Tras reconocer que hoy «los métodos de castigo a los chicos cambiaron, hay otra sensibilidad», señaló que «en aquella época te daban dos cachetazos y listo».

«Siempre digo:

’Nunca le den un cachetazo en la cara a un chico porque la cara es sagrada, pero dos o tres palmadas en el traste no vienen mal’», precisó.

Francisco indicó que «eso mismo lo dije en la audiencia una vez y algunos países me criticaron.

Son países que tienen leyes de protección al menor muy estrictas.

El Papa no puede decir eso.

Pero curiosamente esos países, que incluso castigan al padre o a la madre que le pega al menor, tienen leyes que les permiten matar a los chicos antes de que nazcan.

Esas son las contradicciones que vivimos ahora».

Por otro lado, el Papa calificó de «salvajada» el escándalo en el superclásico Boca y River y lo atribuyó a «la pasión desbordada, la prepotencia» de los argentinos y a «la incapacidad de vivir en sociedad», cuestionó la existencia de las barrabravas y dijo añorar el fútbol de sus años de infancia cuando se podía ir a la cancha tranquilamente y en familia.

«Fue una pena.

Son esas salvajadas propias de la persona que la pasión lo desborda, y también la prepotencia y la no sociabilidad, la incapacidad de vivir en sociedad.

La verdad que es lamentable que en nuestro pueblo existan cosas como las barras bravas, sé que en otros países también existen», sostuvo el Papa.

Y, agregó:

«Acá en Italia también hubo problemas entre barrabravas, que no necesariamente luchan por el club, la mayoría son mercenarios».

Francisco, un apasionado del fútbol e hincha de San Lorenzo, dijo que él vivió «el tiempo del fútbol amateur» y recordó que «en la campaña del 46 tenía 9 años y siempre iba a la tribuna, nunca a la platea».

«Lo peor que se le decía al árbitro era vendido, infeliz, idiota y de ahí no subía.

O patadura a alguno que no había agarrado bien la pelota, o dormido…

No es esa catarata tan colorida de insultos de ahora.

Ha cambiado el ambiente y es lamentable», manifestó.

Al ser consultado sobre sí le gustaría que Marcelo Tinelli, vicepresidente de San Lorenzo, fuese presidente de la AFA, el pontífice respondió:

«A Tinelli lo vi dos veces.

Una sin saber que era él, no lo conocía, lo saludé en el amistoso Argentina-Italia, y después me dijeron:

‘Ese que saludó tercero es Tinelli’.

Y la segunda vez que lo vi fue cuando me trajo la Copa.

Pero no sé cómo está la situación allá, no tengo idea qué pasa».

El Papa insistió en recordar sus años de infancia cuando iba casi todos los domingo al Gasómetro a ver a San Lorenzo y en destacar que lo hacía en familia, y que muchas veces también su mamá lo acompañaba.

«Después del partido salíamos y comprábamos caracoles en salsa, unas cuantas pizzas y volvíamos a casa.

Era todo una fiesta familiar», subrayó durante la entrevista.

Foto: EFE
El Litoral
DyN

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