
Cómo son los vampiros emocionales.
Esas personas que necesitan del otro para darle importancia a sus vidas.
Los psicólogos delimitaron cinco perfiles de aquellos que agotan las fuerzas de su interlocutor.
Existen personas que necesitan constantemente el reconocimiento ajeno.
Requieren atención, repetir una y otra vez sus problemas y sentirse importantes.
Suelen conseguir agotar a su interlocutor y, con el tiempo, alejar a sus seres queridos.
No es difícil reconocerlos.
Son aquellas personas que su solo recuerdo da ganas de huir.
Luego de una charla quitan las fuerzas y dejan a sus receptores sin ganas de seguir en su compañía.
La psicóloga norteamericana Judith Orloff, autora del best seller Energía Positiva, clasificó en cinco tipos a estos vampiros emocionales, informó el diario La Tercera:
El personaje llorón:
No deja de quejarse sobre sus problemas.
«El mundo entero está en su contra y siempre hay alguien a quien culpar de su desgracia y tristeza».
Suelen analizar una y otra vez la misma situación, siempre quejándose por los mismos asuntos.
No aceptan los consejos de sus allegados, pero siempre los están pidiendo.
Culpador profesional:
Esta persona está siempre a la defensiva.
Suele descontrolarse, sobreaccionar y buscar culpables por las situaciones que ella misma genera.
Acostumbra ser verbalmente agresiva y abusiva.
Reyes del drama:
Suelen comenzar sus frases con «no sabés lo que me pasó hoy».
Se manejan en los extremos y saltan de crisis en crisis.
A todo le otorgan un valor trascendental y se hacen problema por absolutamente todo.
Conversador constante:
Tardan horas en relatar una idea.
Dan vueltas y vueltas en su relato y les encanta ser escuchados con atención.
Para ellos, sus seres queridos son simples espectadores de sus vidas.
Sólo están conectados con los que les pasa a ellos mismos.
El adicto a la yugular:
Boicotean cada iniciativa ajena.
Siempre sus problemas son más graves, sus soluciones mejores y sus proyectos más completos.
Suelen buscar el lado negativo de las decisiones que toman los demás.
Anónimo
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