Alimentación – Doctor Giraldo Néstor Motura

Alimentacion 

Ejerciendo la medicina, que es el duro arte de curar, calmar o aunque más no sea consolar.

En ese templo laico que es el consultorio.

Oficiando como sacerdote de la única religión que no tiene ateos y que se llama Salud, se comprueban verdades elementales que se viven y sienten todos los días y a toda hora, como las remanidas frases:

«La fosa se cava con los dientes»,

«Mata más el tenedor que la espada»,

«Somos lo que comemos»,

«Dime qué comes y te diré de qué padeces» o la del gran maestro Hipócrates con su apotegma:

«Que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento.»

¿Qué es un alimento?

Es toda sustancia sólida, líquida, gaseosa o energética que incorporamos a nuestro organismo para permitirnos mantener ese estado de equilibrio inestable, de asimilación y desasimilación continua, que llamamos vida.

Hay premisas básicas, que enseño a mis pacientes.

Preceptos o conceptos que apelan al más raro de los sentidos:

El sentido común.

De las cosas lógicas, obvias, evidentes, que con sólo observar la vida y tender analogías se evidencia.

Consejos que son un gran remedio.

Una vez aprendidos sirven toda la vida.

Son eternos.

El remedio es fugaz.

El consejo perdura.

Entenderemos mejor si establecemos un decálogo como, los 10 dedos de la mano, O como los 10 Mandamientos.

Serán axiomas claros y sencillos.

Verdaderos apotegmas.

Claros y sencillos como la Verdad y…

«Sólo la Verdad nos hará Libres» (San Juan 8:32).

Come natural, fraccionado y poco:

Debemos consumir alimentos lo más naturales posible.

Con un mínimo de conservantes y saborizantes, que muchas veces son trampas comerciales generadoras de adicciones alimenticias.

Fraccionar en varias comidas diarias, de poco volumen (prácticamente bocados), permite mejor digestión y menor trabajo al estómago.

Pueblos con un consumo calórico bajo, casi no tienen enfermedades metabólicas.

Diabetes, gota, arteriosclerosis, son verdaderas plagas en los países ricos.

No diluyas ni enfríes tus enzimas digestivas:

Tomar líquidos junto con las comidas diluye el jugo gástrico, restándole poder digestivo.

Peor aún si son líquidos fríos, pues las enzimas funcionan en forma óptima a 37º C.

Lo inteligente es hidratarse bebiendo líquidos media hora antes de comer o un mínimo de dos horas después.

No hagas entreveros y mastica bien tus alimentos:

Deben ser las comidas lo más simple posible.

Nunca hacer mezclas raras.

Respetar las incompatibilidades.

No mezclar verduras y frutas.

Tratar de no consumir carnes junto con hidratos de carbono (pastas, harinas).

El masticar bien permite actuar a enzimas digestivas bucales como la ptialina.

Además, de ser la comida bien trozada más fácilmente será abordada por los jugos gástricos.

Pensemos que si en una licuadora colocamos trozos grandes la haremos trabajar más que si le colocamos trozos pequeños.

Gandhi dijo:

«Mastica tu bebida y bebe tu alimento».

Respeta las individualidades propias y ajenas:

Cada individuo es un ser único e irrepetible.

Recordemos que:

«Lo que a uno cura, a otro daña»

Más se ejerce la Medicina, más se respetan las individualidades personales.

Come sin endeudarte:

La Medicina Natural debe ser barata, o gratuita.

Consumir preferentemente alimentos locales y de la estación.

Muévete para digerir:

El movimiento provoca más circulación de sangre y por ende más oxigenación y mejor producción de enzimas.

Las enfermedades metabólicas como la diabetes, gota, hipercolesterolemia, entre otras pueden ser controladas y hasta curadas si se las enfrenta con la tríada curativa:

dieta + gimnasia + tranquilidad.

Respira bien para asimilar mejor:

La correcta respiración permite una mejor oxigenación y un mejor aprovechamiento del oxígeno, imprescindible para una correcta digestión.

El Yoga, en su tiempo diafragmático provoca un masajeo abdominal sumamente útil.

Da reposo a tu organismo:

Como todo trabajador nuestro aparato digestivo necesita un cierto período de reposo.

El ayuno es el asueto mejor aceptado por nuestro cuerpo.

Desintoxica y da reposición celular.

También son útiles los semi ayunos o dietas frutales.

Consumir durante 24 horas un solo tipo de frutas de la estación como único alimento.

O tres clases de frutas.

Desayuno: naranjas.

Almuerzo: con ciruelas, duraznos, peras, u otras.

Cena: manzanas, fruta ideal para otorgar buen sueño.

Las naranjas son ideales a la mañana y no conviene su consumo a la noche.

La costumbre pueblerina de la siesta es excelente, como necesario pequeño descanso.

Nunca deben tenerse relaciones sexuales posteriores a las comidas.

Pueden ser fatales.

Compungidas viudas le relatan muchísimas veces a uno como médico, que el fallecimiento de su cónyuge se produjo en esas circunstancias.

Bendecir la comida, comer en paz, con tranquilidad y alegría:

El acto tan trascendental de comer debe ser respetado.

Nunca lo deben enturbiar malas noticias ni pensamientos negativos.

Bendecir la comida nos permite entrar en el benefactor ciclaje cerebral de diez ciclos por segundo (Ritmo alfa).

Tener un ideal, querer:

Debemos dar un sentido a nuestra vida.

Otorgarle un Norte.

Tener un ideal.

Según el grado de evolución el ideal podrá ser:

La familia, un deporte, nuestro trabajo, una fe religiosa, un ideario político.

En mi caso ha sido la Medicina.

Debemos amar, fraternizar.

Debemos «Vivir para servir, sino, no serviremos para vivir.»

Entonces, comer será un medio, no un fin.

Será equivalente a echar combustible al auto para una misión superior.

Comeremos para vivir, no viviremos para comer.

Haciendo carne ese concepto cualquier dieta, prescripción o prohibición alimentaria será bienvenida y nunca nos molestará.

Nuestro espíritu inmortal, eterno e incorruptible, habrá superado y vencido a nuestra frágil envoltura carnea.

De corazón a corazones

oneli@

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