COMPARTIENDO COMPRENSIONES
¡Que la Gran Confraternidad de Ángeles y humanos precipite la Justicia Social como la comprende la Jerarquía sobre la faz de la Tierra !
Hermanos cuando miramos la realidad que nos rodea vemos que los ricos están cada vez más ricos y son menos, y los pobres están cada vez más pobres y son más.
No podemos permitirnos este nivel de injusticia en el reparto de bienes, dineros y servicios.
¿Quién se atreve a decir que tiene derecho a comer mientras otros humanos no comen?
La Tierra, nuestra madre es la que esta pagando por el desequilibrio y la codicia.
Ella esta preparada para alimentarnos y sostenernos a todos sus hijos, en nuestras verdaderas necesidades, pero no puede sostener nuestra codicia y nuestro consumismo y despilfarro.
Somos nosotros los que tenemos que entrar en acción para que esta polarización se disuelva y muchos, miles pasemos por el delgado camino del medio.
No retengas más de lo que en verdad usas.
Recicla y rehúsa todo lo que te sea posible.
Tú no puedes resolver los problemas de todos los pobres y carenciados del planeta,
Pero si puedes cuidar de tus empleados, de los que te sirven y protegerlos en su enfermedad y en su vejez.
En sus emergencias sociales.
Si cada uno de nosotros, los que no pasamos hambre, aliviamos el hambre de un pequeño grupo cercano y conocido, de humanos como nosotros, cambiamos la civilización.
Pero por sobre todas las cosas, mira con compasión y benevolencia a la Tierra y todas sus criaturas, y protege todo lo creado.
Mira la Naturaleza y reconoce su perfección y su belleza.
Quédate cada día observando algo creado por la Madre Naturaleza y admira su belleza, su perfección y dale gracias por su servicio en el planeta.
La Madre no crea nada que no tenga un propósito y sirva a la vida total.
Mira la creación humana indebida y pide que se disuelva con el poder del Fuego Violeta.
Cada amanecer y cada atardecer invoca el Fuego Violeta y observa como purifica todas las cosas.
Mira a tus hermanos los humanos, mira hasta que puedas verlos como los dioses envueltos en cuerpos densos que son.
Míralos como hijos de los hombres que se están convirtiendo en Hijos del Sol y resplandece.
Con todo el amor que puedo.
Marta N. Paillet
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