Videncia o Clarividencia y Telepatia
La videncia o clarividencia es la supuesta cualidad que poseerían algunas personas para predecir hechos venideros, por si mismas o mediante el uso de sortilegios.
Históricamente esta habilidad ha sido siempre compensada por algún tipo de retribución económica, aunque algunas personas dicen practicarla sin ánimo de lucro.
La capacidad atribuida de adivinar el futuro es una creencia que se pierde en la noche de los tiempos, indudablemente asociada a la ansiedad que siente el ser humano por su futuro y por lo impredecible.
Abierta o clandestinamente, está presente en todas las sociedades y culturas sin excepción alguna, desde el Neolítico a nuestros días y a pesar del triunfo del empirismo científico como visión cosmológica dominante.
Las personas a las que se atribuye tal habilidad suelen estar revestidas a los ojos de la sociedad con alguna cualidad especial, bien sea innata («tener don», «venir de familia», etc) o adquirida mediante iniciación u ordenación sacerdotal o de cualquier otro tipo, incluida la «superioridad» que proporciona el hecho de aparecer, por ejemplo, en televisión.
Hoy por hoy, la videncia se practica abiertamente en la mayoría de sociedades occidentales a través de consultas o mediante medios telefónicos, casi siempre apoyándose en algún sortilegio como la cartomancia que parece dotar al vidente de mayor autoridad.
Jurídicamente se considera bajo el amparo de la libertad de creencias protegida como derecho fundamental por la mayor parte de legislaciones democráticas, si bien ello no impide que se persigan las estafas de importancia cometidas por videntes basándose en la credulidad o deseo de creer de muchas personas.
Antiguamente la palabra se utilizaba también para definir a aquellas personas con el don de la profecía en un contexto religioso, pero este uso se ha perdido.
Telepatía
Telepatía (literalmente «percepción distante/sentimiento») proviene del griego tele, «distante», y pathe, «sentimiento», y se refiere a la capacidad de un individuo de comunicarse con otro mediante el uso de la mente.
Las causas de este poder, como suele ocurrir con otros tipos de superpoderes, pueden ser muy variadas.
Los partidarios de su existencia real la atribuyen a poderes extrasensoriales o cognición anómala.
Tipos de telepatía:
La telepatía aparece con frecuencia en obras de ficción, especialmente en historias de superhéroes y de ciencia ficción.
Hay muchas variantes, pudiendo ser la capacidad de hacer una o varias de las siguientes cosas a voluntad:
Un medio de comunicación similar al teléfono, que permitiría mantener conversaciones sin necesidad de hablar.
Así, es frecuente que en un grupo de superhéroes haya un telépata que se encargue de mantener en contacto telepático a todo el grupo, como solía hacer Mariposa Mental en la Patrulla X.
La capacidad de modificar la personalidad y recuerdos de otros.
Una forma sofisticada de empatía, que permite percibir o modificar las emociones ajenas, como el Fundación e Imperio.
La capacidad de leer los pensamientos ajenos, como el Detective Marciano de la Liga de la Justicia.
La base de una forma de inteligencia colectiva, como en Los límites de la Fundación.
Las razones por las que un personaje tiene esta clase de poderes son muy variadas:
Es un extraterrestre, un mutante, tiene implantado un aparato que se lo permite, etc.
En la realidad:
El estudio de la telepatía está considerado como una pseudociencia por el hecho de que los experimentos no tienen el rigor científico adecuado y obvian los resultados negativos que han arrojado ciertos estudios serios sobre el asunto.
Un experimento típico procede como sigue:
Se seleccionan dos personas jóvenes, entre 20 y 40 años; una de ellas se acomoda en una sala insonorizada y se tapa los ojos.
Esta persona será el receptor y no debe recibir ningún estímulo de sus otros sentidos, debe estar totalmente relajada, y no pensar en nada en concreto, pero dejar que sus pensamientos fluyan libremente.
El otro individuo es el emisor, al que se colocará en otra sala cercana a la del receptor.
Al emisor hay que hacerle lo contrario que al receptor hay que estimular sus sentidos:
Normalmente se hace con imágenes acompañadas de sonidos que sean especialmente sugerentes para la mente humana.
El emisor debe concentrarse todo lo que pueda en los estímulos que está recibiendo.
Por último el receptor tiene que contar los pensamientos que han pasado por su mente durante la experiencia.
Si estos pensamientos tienen alguna relación con lo que ha estado percibiendo el emisor, se puede considerar que quizá haya habido comunicación telepática.
Ninguno de estos experimentos ha llegado a conclusiones determinantes.
Estos fracasos se atribuyen a muchas razones.
Una de ellas (la más evidente) es que el ser humano sencillamemte no tiene capacidad telepática.
Otros estudiosos más optimistas piensan que se debe a que para transmitir datos tanto emisor como receptor tienen que estar preparados o haber recibido algún tipo de entrenamiento mental.
Pero el hecho último es que la telepatía no puede reproducirse en laboratorio con experimentos controlados y los únicos indicios de su existencia son meramente testimoniales.
Saludos desde el Alma
Natalia Luna
Vidente Reiki Tarot Clarividente
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