Cual es el Comentario de Alejandra Stamateas – No pelees, peleas tontas – dejá que «Dios pelea por tu vida».

Hay un dicho popular que dice, no te casás sólo con tu pareja, te casás con toda la familia.

Recordás cuando vos querías engancharte a tu marido,

¿Qué le decías a tu suegra?

¿Cómo la llamabas?

Le decías «mamá», le decías, «ustedes son como padres para mí».

Porque vos te querías congraciar, vos no te la bancabas, no la soportabas, pero como te gustaba el hijo, te congraciabas con la suegra, diciéndole: «mamá» y ahí aparecen una serie de conflictos, especialmente cuando ya te casaste, de los padres metidos, de la competencia entre la suegra y la nuera,

¿Quién le hace mejor la comida?

¿Quién le plancha mejor la ropa?

¿Quién lo atiende mejor?,

Diferentes estilos de vida, religiones, costumbres, fiestas que unos hacen y otros no hacen, cuánto tiempo pasa cada uno con su familia, porque tal vez ella le dice, vos estás mucho tiempo con tu familia o él le dice:

Vos estás mucho tiempo con tu mamá y me desatendés a mí para hablar con tu madre, o si te prestaron dinero, o lo peor de todo, vivir en la misma casa de los suegros.

¿Cuántos tuvieron esa experiencia?

De decir: van a ser los primeros meses y eso duró mucho tiempo.

El casado, casa quiere.

Vamos a ver algunos errores que cometemos para que se produzca esta situación para que se produzca ese odio, esa bronca y éste no pueda ser sanado.

El primer error es que cuando estamos en pareja, antes de comprometernos, antes de ir a vivir juntos, generalmente no se habla de éste tema, nos llevamos mal, hay ciertas cosas que no nos gustan de la familia de nuestra pareja, o la familia de nuestra pareja, nos trata mal ya de entrada, nos hacen la guerra, la vida imposible, pero no se habla de esto en pareja, o sea, cómo vamos a solucionar este tema.

Se sigue viviendo la relación de pareja pero no se encuentra, o no se busca en pareja una solución, y vos ya estás viendo que hay bandera de peligro, pero sin embargo no se encuentra una solución y se piensan que las cosas cambiarán por sí solas.

Este es otro de los grandes errores, cuando nos casemos, la cosa va a cambiar, va a ser diferente, yo voy a tomar la autoridad y esto no va a pasar más;

Eso es una mentira, como las que tienen problemas de pareja y dicen:

El día que nazca nuestro hijo, las cosas van a ser diferentes, eso es otra mentira.

No vivas de mentiras, decite la verdad.

Hoy vamos a ver un pasaje bíblico que tiene una historia relacionada con lo que estamos hablando hoy.

Números 12: 1

Moisés había tomado por esposa a una egipcia, así que Miriam y Aarón empezaron a murmurar contra él por causa de ella.

Decían:

«¿Acaso no ha hablado el Señor, con otro que no sea Moisés?

¿No nos ha hablado también a nosotros?»

Y el Señor oyó sus murmuraciones.

A propósito, Moisés era muy humilde, más humilde que cualquier otro sobre la tierra.

De pronto el Señor les dijo a Moisés, Aarón y Miriam:

«Salgan los tres de la Tienda de reunión».

Y los tres salieron.

Entonces el Señor descendió en una columna de nube y se detuvo a la entrada de la Tienda.

Llamó a Aarón y a Miriam, y cuando ambos se acercaron, el Señor les dijo:

«Escuchen lo que voy a decirles:

«Cuando un profeta del Señor se levanta entre ustedes, yo le hablo en visiones y me revelo a él en sueños.

Pero esto no ocurre así con mi siervo Moisés, porque en toda mi casa él es mi hombre de confianza.

Con él hablo cara a cara, claramente y sin enigmas.

Él contempla la imagen del Señor.

¿Cómo se atreven a murmurar contra mi siervo Moisés?»

Entonces la ira del Señor se encendió contra ellos, y el SEÑOR se marchó.

Tan pronto como la nube se apartó de la Tienda, a Miriam se le puso la piel blanca como la nieve.

Cuando Aarón se volvió hacia ella, vio que tenía una enfermedad infecciosa. Entonces le dijo a Moisés: «Te suplico, mi señor, que no nos tomes en cuenta este pecado que neciamente hemos cometido. No la dejes como un abortivo, que sale del vientre de su madre con el cuerpo medio deshecho».

Ella criticó a la esposa que tenía Moisés, porque era egipcia y no era del pueblo de Israel.

Criticó que era negra, le criticó su color de piel, era una crítica racial y la consecuencia de su crítica fue que ella también tuvo una infección en la piel.

Porque lo que vos hablás tarde o temprano vas a recibir.

Las cosechas de todas tus siembras.

Por eso, tenemos que cuidar nuestra boca, poner, como dice la palabra de Dios, un centinela delante de nuestra boca, alguien que cuide nuestra boca, porque de lo que hablamos es de lo que vamos a comer, siempre vamos a comer del fruto de nuestra boca y cada vez que murmurás, Dios escucha, cada vez que criticás, Dios está escuchando.

¡Tengo que cuidar mi boca!

Si no vas a hablar bendición, no hables, porque lo mismo que criticás, eso mismo vas a cosechar.

Ahora, vamos a ver ¿qué es lo que pasa cuando la familia de tu pareja te odia?

Primero tenemos que entender que nadie se casa con un clon, tu marido no es igual a vos, tu marido tiene costumbres, pensamientos, actitudes diferentes, ha nacido en un hogar diferente con costumbres distintas y con prácticas totalmente diferentes y cuando vos te casás con tu pareja, no te casás con uno que es igual a vos, por eso ahí hay mucho conflicto, ¿por qué? porque tal vez, tu pareja vio que toda la vida, su mamá, lavaba y planchaba la ropa.

Por ejemplo:

¿Qué es lo que quiere ver en vos, para él natural?

Que laves y planches la ropa.

Supongamos que te casas con él y no le dijiste nada durante el noviazgo, porque lo querías atrapar, vos dentro tuyo decías: yo ni loca lavo y plancho, entonces él no te ve ni lavar ni planchar, entonces te exige ¿dónde está mi camisa?

Y vos le contestas:

¿Qué camisa?

No sé, andá a buscártela, que tengo que ver yo con tu camisa, él dice:

Pero está arrugada, y vos le decís: y ¿cuál es el problema?

Entonces, ahí viene la crisis,

¿Por qué?

Porque este hombre viene de una familia en donde veía la imagen de la madre que lavaba y planchaba todo el día, y viene el gran conflicto porque él no sabe qué es lo correcto.

Entonces, él ¿Qué hace?

Lleva la camisa a la casa de la mamá y le dice:

¿Mamá, me planchás la camisa?

¿Y qué va a hacer tu suegra?

Critica: yo te dije que esta es una vaga, que no te casaras con esta, yo te dije que tuvieras cuidado, van a terminar en una casa roñosa, los van a terminar comiendo las ratas, yo no te voy a dar la herencia a vos porque se la va a llevar esa bruja, etc.

Todo eso ¿por qué? por una simple camisa que vos no planchaste.

¿Por qué? porque chocan las dos culturas, las dos maneras de ver la vida, por eso lo más importante en éste caso es entender que la familia siempre influye, con sus tradiciones, con sus maneras, con sus expectativas y tal vez, él te vio como la mujer más hermosa, especial y única pero va a la casa y el padre o la madre dicen:

«Esa chica no me gusta, viste que tiene la nariz torcida» y para él tu nariz era lo más lindo que había, sin embargo, cuando la mamá le dijo tiene la nariz torcida, él empieza a mirar y dice:

«Me parece que es verdad, tiene la nariz torcida»;

Si la mamá le dijo van a terminar comidos por las ratas, tu casa parece un basurero, esta chica es una vaga, etc.

¿Cómo va a empezar a mirarte él?

Como una vaga y va a repetir las palabras del origen de su casa.

Por eso, tenemos que tener bien en claro que la familia influye y también que se está esperando que la mujer se haga cargo de estos temas familiares.

Si hay un conflicto en la familia, es la mujer, supuestamente, la que tiene que poner orden, la que tiene que poner paz, la que tiene que comprar el regalo del día de la madre, parece que tenés la obligación porque si no lo hacés vas a quedar mal delante de la familia, y como a las mujeres nos enseñaron a quedar bien delante de todo el mundo para mantener la paz, aún haciendo cosas que nos afecten a nosotras, lo hacemos.

¿Cuántas hicieron algo alguna vez que era bueno para los demás pero que era negativo para vos?

Tenés que cambiar el chip de adentro.

¿Cómo vamos a resolver esto?

Ya presenté el panorama, parece negro y oscuro pero tiene solución.

Primero:

«Los problemas con la familia de mi pareja, se resuelven en mi pareja».

Primero hay que resolverlos en la pareja, porque muchas veces, le echás la culpa a tu suegra, a tu suegro, a tus cuñadas, pero con el único que tenés problemas es con tu marido.

Pero como no podés afrontar que tenés un problema de comunicación con tu pareja y que se llevan mal, hace mucho tiempo, lo que hacés es trasladar el conflicto con tu pareja, a la familia de tu pareja, y odias a todo el mundo porque en realidad no te podés poner de acuerdo con él.

Por eso cuando hay un problema con la familia de la pareja, lo tenés que hablar con tu pareja; mirá, a mí esto no me gusta, esto no me parece, y a vos

¿Qué es lo que te pasa?

A mí esto de tu mamá no me gusta o esto de tu hermana no me gusta y no quisiera que pasara más.

Hay que hablar los temas, porque sino terminamos criticando y la crítica no sirve para nada.

Hay que hablarlo para buscar una solución y empezar a poner, a armar reglas, que nos sirvan a los dos para actuar como un equipo, porque si no actuamos como un equipo, las familias de alrededor van a seguir influenciando con un poder muy grande sobre esa pareja y la van a terminar destruyendo.

Por eso, como pareja tenemos que armar un equipo con reglas claras:

Mirá, vamos a dividirnos así, a tal hora vamos a tu casa, no vamos a ir todos los días, cuando vos vayas vamos a llamarnos por teléfono y vamos a decirnos a tal hora vamos a encontrarnos en tal lugar, los chicos se los van a llevar un día tal y un día tal y van a hacer esto y no le van a dar de comer ni esto, ni esto, porque no pueden, y ponerse de acuerdo los dos con las reglas, pero siempre en pareja, porque si no armás un equipo vos vas a ir siempre con un discurso, ella va a ir con otro y ahí se arman los problemas.

Cuando llegás delante de tu suegra, ya tu marido le tuvo que haber dicho lo mismo que le vas a decir vos, no puede haber dos discursos; no puede decir él:

Vieja, esta es una vaga, no me plancha las camisas, etc. no, no lo vamos a hacer, porque nosotros nos hemos puesto de acuerdo que queremos otra cosa como pareja.

Yo no quiero que ella planche camisas, ella tampoco quiere planchar camisas porque nos hemos puesto otras metas y otros objetivos y lo vamos a resolver de otra manera.

Segundo:

Tienen que estar de acuerdo porque si uno está sintiéndose herido, esa herida no hay que pasarla por alto.

Porque a veces decimos:

Bueno che, mi mamá está vieja, vos ya sabés cómo es, o está enferma, dejala; mirá con todo lo que ha sufrido, y lo que ha pasado.

Si vos sabés que la actitud de tu papá, de tu mamá, de tu hermana, está lastimando a tu pareja, no podés pasar por alto eso, porque el otro está siendo lastimado y eso tarde o temprano va a repercutir en la pareja.

Y muchas veces la mujer no es la que tiene que poner el límite, es el hijo el que tiene que ir a poner el límite, o es la hija la que tiene que ir a poner el límite a sus propios padres.

Es el hijo el que tiene que decir:

No quiero que llames mas en éste horario a casa, ni que digas esto, ni que la insultes a mi esposa, no quiero que lo hagas más, si lo hace, la próxima vez ponerle una consecuencia a eso;

Pero muchas veces, el hombre o la mujer dicen:

No, hacelo vos, deciselo vos, no, no, no, es el propio hijo, o la propia hija, que tiene que poner esos límites a su familia paterna.

Tercero: »

Para llevarte bien, evitá criticar a la familia de tu pareja».

Aunque tengas toda la razón del mundo, evitá criticarla porque te vas a ahorrar un gran dolor de cabeza.

Dice la Biblia que hagamos todo, sin contiendas ni murmuraciones, o sea, sin chusmerío.

Claro que hay cosas negativas, pero no estás eligiendo a la familia de tu pareja, elegiste a un hombre, entonces ¡Ojo!

Que no vayan las críticas a la familia de tu pareja porque en realidad estás criticando a tu pareja.

Evitá criticar aunque tengas razón, porque después lo va a usar en tu contra y en la primera pelea que tengas, esa crítica va a salir a la luz.

Porque vos dijiste de mi mamá, que era una vaca, sucia, que no se que…

Y vos me heriste, mi mamá es la que me tuvo…

Y en el primer conflicto, sale la crítica que dijiste, por más que él diga: sí, la verdad que mi vieja es insoportable y…..dejá que lo diga él, no lo digas vos.

Cuarto:

«Tengo que ser independiente económicamente».

No dependas económicamente de la familia de tu pareja, no dependas económicamente de tus padres, busca la manera de ser independiente, porque si dependés de tus padres o de tus suegros, siempre vas a tener metidos a tus padres o a tus suegros dentro de tu casa, en tu pareja y en tu familia porque ellos al darte, creen que tienen derecho a opinar.

El darte a vos el dinero para pagar el alquiler, para comprar los alimentos, para comprar los delantales de los chicos, creen que eso les da la autoridad para opinar como estás educando vos a tus hijos y cómo tenés tu casa, y cómo vivís, y si salís o no salís y si comiste carne o no comiste carne.

¿Por qué?

Porque como te dan la plata, te van a controlar.

«No pidas favores que después van a desatar críticas».

Si vos le llevás todos los días a los chicos para que los cuide, es lógico que tu suegra se va a entrometer, están sucios, no estudian, se pelean todo el día, se nota que no tienen una madre que les ponga límites, a mí no me hacen caso y yo ya estoy vieja, hasta cuando voy a aguantar, y vos te das cuenta de eso pero le seguís llevando a los nenes, «y pero no tengo dónde».

Siempre hay donde, pero nunca la casa de tus suegros.

Números cap. 12, Moisés había tomado como esposa a una mujer egipcia y María y Aarón vieron esta situación y estaban en realidad, enojados con Moisés por otra cosa.

Pero ¿Qué hicieron?

Estaban enojados con Moisés, en realidad con Dios, por otro problema, pero como no sabían cómo decirle a Moisés lo que les estaba pasando, criticaron a la esposa de Moisés.

Tal vez, tu familia de origen, o la familia de origen de tu pareja, no sabe cómo decir ciertas cosas y se las va a decir a su hijo, criticándote a vos.

Entonces, entre los dos hermanos criticaron por la esposa de Moisés;

Le dijeron:

No nos gusta la esposa que tenés y no nos parece adecuado que te hayas casado con esa mujer egipcia, tendrías que haberte elegido otra, con tantas mujeres hermosas que hay en Israel, justo te viniste a casar con esta negra.

En primer lugar, tenés que saber que el que murmura, tiene amnesia espiritual.

Toda persona que critica, que murmura y que habla mal de otra, tiene amnesia espiritual, tiene amnesia emocional, no recuerda cómo fueron tratados, porque si recordaran cómo fueron tratados, no lo harían así con vos, se olvidaron, por eso te tratan de esa manera.

Se olvidaron que tal vez, un día fueron rechazados u olvidaron que un día no fueron aceptados y que tendrían que pagar con la misma moneda, pero tienen amnesia espiritual.

En segundo lugar,

Si tenés gente, familiares, que murmuran todo el día, que dicen de todo por teléfono, que hablan por detrás, es un miope espiritual, porque no pueden ver a distancia.

A ellos les costaba ver, en realidad, lo que estaba pasando en sus propias vidas; por eso buscaron a Moisés y a la esposa de Moisés como un chivo expiatorio de sus propios conflictos, de las expectativas que ellos no tenían resueltas.

Porque

¿Cuál era el problema que tenían, en realidad, Aarón y Miriam?

Que ellos querían tener la misma autoridad que Moisés, que ellos querían hablar cara a cara con Dios, como hacía Moisés, pero sin embargo, Dios no hablaba con ellos cara a cara y les dio bronca, tuvieron celos.

¿Sabés por qué hay alguien que murmura y que te critica?

Porque te tiene celos, te envidia, por eso empieza a murmurar y a criticarte.

Y tienen miopía porque no pueden ver a su hijo, y no pueden darse cuenta qué es lo que le enseñaron a sus hijos.

Porque si yo me quedo tranquila de lo que le enseñé a mis hijas, yo sé lo que van a elegir mis hijas, y si están eligiendo mal, yo tengo que confiar en lo que les he enseñado y en el cuidado y la protección de Dios, pero una persona que critica y le hace la vida imposible a otro, es porque tiene miopía espiritual, porque no puede ver más lejos y porque no confía en sí misma.

Es tu hijo, o es tu hija, estás criticando a la pareja de tu hijo o de tu hija, quienes ellos lo eligieron; y pero si usted lo conociera, porque es un drogadicto… dale tiempo y dale tiempo a todo lo que le enseñaste a tus hijos, porque en algún momento, el Espíritu Santo va a descender sobre ellos y les va a mostrar la verdad.

Y el que murmura, tiene una fe corta.

«Cuando vos te quejás por lo que no tenés y no agradecés por lo que sí tenés, le quitas a Dios las ganas de darte algo más»

Así que querida mujer, deja de murmurar, deja de criticar por el hombre que tu hija podría haber tenido y no tuvo, por la mujer con la que tu hijo podría haberse casado y sin embargo eligió mal.

Empezá a agradecer a Dios por lo que sí tenés, que lo tenés a tu hijo, que tu hijo pudo desarrollar su vida emocional, que tu hijo quiere caminar hacia adelante, que tu hijo tiene sabiduría para poder resolver sus cuestiones, que tu hijo es grande y que lo tuviste mucho tiempo para criarlo y para educarlo.

Cuando le empieces a dar gracias a Dios por lo que sí tenés, le va a dar ganas a Dios para darte una bendición mucho más grande.

Aarón y Miriam, tenían expectativas que no habían sido resueltas en su vida.

Tal vez, en la familia de tu pareja también les pasa lo mismo, vos que sos varón, y la familia de tu esposa te critica todo el tiempo, tal vez, la familia de tu esposa tiene sus propias expectativas que nunca se le cumplieron y ahora están poniendo esas expectativas en la pareja de ustedes.

Tal vez, tenés la familia de tu esposo, que te criticó toda la vida diciendo que eras poca cosa para él,

¿Por qué?

Porque sus expectativas no se cumplieron, porque ellos creen que han criado a su hijo para otro nivel y sus expectativas no se cumplieron, entonces,

¿Cómo hacemos?

Empezá a tener seguridades.

La mayor seguridad que tenemos que tener las hijas de Dios es que fuimos elegidas por Dios, vos y yo fuimos elegidas por Dios y eso nadie te lo puede criticar, nadie te lo puede quitar, vos y yo un día fuimos elegidas para venir a este mundo con un sueño y un propósito.

Tené la seguridad que Dios te ha elegido, habrá muchos en la vida que te rechacen, que no te valoren pero Dios te dice:

«Yo te elegí y mía eres tú».

Y esta seguridad te tiene que ayudar a dejar de querer agradar a todo el mundo, porque te pasaste años tratando de agradar a la familia de tu pareja, te pasaste años con bronca, te pasaste años discutiendo y peleando y tal vez te perdiste una buena relación de pareja por pelearte por esa situación, por eso lo que tenés que lograr, es entender que Dios te ha elegido, que eres una elegida de Dios, aunque otros te rechacen, aunque otros no te quieran y eso te va a traer tanta seguridad que vos también vas a entender que cuando elegiste a tu pareja no pudiste sacar lo bueno de lo malo, que cuando elegiste vinieron cosas buenas y no tan buenas y tenés que aceptar eso, -mi marido vino en paquete- yo no quería a la familia de él, yo lo quería a él nada mas, yo quería formar una familia con él; pero cuando elegís en la vida, te viene lo bueno y también te viene lo no tan bueno y tenés que aprender a convivir con las dos y tenés que saber que Dios te manda cosas, y que con todo eso que manda van a venir experiencias buenas y experiencias no tan buenas pero Dios te ha elegido porque Dios te ha ungido para pasar por cualquier situación.

Vos sos la elegida de Dios, y así como un día vino el Espíritu Santo y dijo:

«María, vas a quedar embarazada del hijo de Dios» y María quería tener al hijo de Dios, eligió y dijo:

«Quiero» pero María no quería que ese hijo viniera sin que ella estuviera casada, sin embargo, lo tuvo que aceptar porque a veces con lo que vos elegís, tal vez te vienen cosas que no te gustan tanto, y vos decís, pero Señor, yo no te pedí esto, Señor, yo no quería tener problemas con la familia de mi marido, Señor, yo no quería tener problemas con mi suegra, con mi cuñada, con ese jefe o con tal persona, pero vino y quiero decirte que si Dios te ha elegido es porque estás ungida para poder traspasar cualquier situación difícil, para llegar a disfrutar lo bueno que Dios te ha enviado.

No pelees estas peleas, esa es la conclusión del tema de hoy.

Dejá de pelear por estos temas en tu casa; porque Moisés cuando le criticaron a la esposa, él no tuvo que pelear,

Dios se encargó de llamarlos y decirles:

Escúchenme, yo a un profeta le hablo a través de visiones y de sueños, pero este, este es mi favorito, este es mi preferido, yo lo elegí, yo lo ungí así que nadie se atreva a criticarlo.

Hay peleas que Dios pelea por vos.

Hay mujeres y hombres muy lastimados por ese tema, pero vos nunca te atreviste a hablarlo, porque vos no querías traer problemas ni dificultades pero estás angustiada porque hay heridas en tu corazón, porque murmuraron sobre tu vida, pero hoy te hablé de lo que pasa con los que murmuran, los miopes, los de corta visión, los que no tienen entendimiento que no saben que Dios te ha elegido.

Y eso es lo más importante, cuando una mujer se sabe segura de que Dios la ha elegido, no importa lo que digan, no importa lo que opinen los demás; porque la gente siempre va a hablar de vos, va a hablar bien y va a hablar mal, lo importante es que vos tengas la seguridad de que vos la elegida de Dios.
No pelees, peleas tontas, no pelees batallas tontas, dejá que:

«Dios pelea por tu vida».

Por Alejandra Stamateas

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