Calendario Maya denomina el eclipse del 20 de mayo de 2012 como “el gran Día Cero”
En los próximos días, el cielo del hemisferio norte ofrecerá con gran esplendor un eclipse solar anular y México podrá apreciar parcialmente el gran espectáculo del 20 de mayo de 2012, que fue perfectamente identificado por el calendario Maya como el gran Día Cero o Tsab.
La exactitud de sus predicciones ha maravillado a los astrónomos, que destacan que solo tiene mínimas divergencias.
Sin embargo, para los historiadores no fue cosa simple el detectar y concordar los fenómenos celestiales descritos por los mayas con el calendario occidental.
Según un análisis de los eclipses históricos descrito por Cheh Keh Humahi en el portal Arte y Cultura Maya, estos tenían sus correspondencias en las fechas apuntadas en el código de Dresden de los Mayas.
Esta relación confirmada fue gracias a un estudio de toda una vida del historiador mexicano Héctor Miguel Calderón [1918-2007], conocido también como H Kinyah, sostiene Humahi.
H Kinyah descubrió que corriendo una luna podía hacer calzar exactamente la fecha del inicio del calendario Maya con nuestro calendario y tener la correspondencia de todos los eclipses con pocas variaciones.
De igual manera, descubrió marcadores de ajustes de fechas que obligaban a cambiar el calendario cada cierto tiempo.
El hijo de H Kinjah, Sergio Calderón (Cheh Keh), que continuó dichos estudios, explica que el día del próximo eclipse solar anular, con fecha 20 de mayo de 2012, era de gran importancia para los antiguos Mayas, según descubrió al ajustar las fechas del calendario.
La tabla Maya ajustada indica que el próximo 20 es el día de Tsab, o las Pléyades.
Es el día cero, en el que el Sol se alinea al conocido grupo de estrellas Pléyades .
En nuestro zodíaco, las Pléyades se encuentran junto a la Constelación de Tauro, y para los Mayas, es llamada la Cascabel, parte de la Constelación de la Serpiente.
El día Tsab, o Día Cero, antecede el inicio de los 13 ciclos de 28 días que suman 364 días, según explica Sergio Calderón, y él describe que este año corresponde al 20 de mayo, el día del eclipse, de ahí su importancia.
Esta fecha del día cero se va corriendo aproximadamente cada 71 años.
“Yo era la única persona del mundo que manejaba este concepto del día cero del zodíaco Maya”, destaca Calderón hijo, “y lo relaciono directamente con las “fechas cascabel” que encontramos en muchas estelas mayas”, declara según su reporte en el portal Arte y Cultura Maya.
El eclipse del 20 de mayo de alguna manera es relevante porque cierra un ciclo y “más aún porque está unido a la importante conjunción de Sol y Venus que es 16 días después entre 5 y 6 de junio, otro fenómeno que marca un ciclo que se repite cada 260 a 312 años aproximadamente”, agrega Sergio Calderón.
Los diferentes ciclos mayas representaban cuentas de tiempo importantes correspondientes a ciclos celestiales, donde ellos podían predecir el clima reinante en la población.
Sergio Calderón hace notar que no solo vemos reflejados los eclipses en los históricos calendarios mayas, sino que por alguna razón en la Tierra desde 2004 están apareciendo figuras estampadas en zonas agrícolas, llamadas agrogramas, que señalan estos eventos.
Los agrogramas requieren que sean observados desde el cielo.
De ellos existen muchas teorías pero poca certeza de quien los esté realizando y cual sería su objetivo.
Como es conocedor del calendario Maya, el investigador relata que fue llamado a estudiar un agrograma que apareció estampado en una granja en 2005.
En este agrograma él observó que se indicaba claramente la fecha del 20 de mayo 2012, el día cero o Tsab de las pléyades y de la constelación Kan de la Serpiente.
En el dibujo del agrograma los diseñadores marcaron la fecha con el ciclo de 260 días, que da el movimiento Universal.
Según la tabla llamada Kuchkin de los mayas, el ciclo de 13 x 20 = 260 días.
Mientras que en otro de los importantes ciclos se indica 13 x 28 = 254, más el día cero, que marca el año solar.
En el mismo agrograma, una rueda externa señala un 20 que sería indicativo de 20 x260 = 5200, para marcar que se está refiriendo al año actual 5200 o ciclo Tun de la cuenta larga Maya.
Como son diversos los ciclos del complejo y extenso calendario Maya, este año además corresponde a la fecha 7200 del ciclo Kuchkin y a 5125 del ciclo Haab.
Para Sergio Caderón, el 20 de mayo significa que se está a solo unas cuantas UNALOB, o ciclos de 20 días, para el cierre de la era 4 AHAU, 8 Kumkuh y comienzo de la nueva era según sale en la estela del Tortuguero en Tabasco, México.
Fenómenos astronómicos
Tal como se explicó previamente, la Tierra experimentará un eclipse anular solar el 20 de mayo visible en el hemisferio norte desde China en el inicio, pasando por Japón y terminando en Oregon, Estados Unidos, finalizando en México.
El día del Sol (Kin) se alinea con las pléyades (Tsab) como se observa en la imagen del mapa estelar Stellarium que muestra la relación del Sol y las Pléyades en una misma línea en el horizonte del cielo de México, lo que correspondería a la descripción que Calderón da de sus descripciones.
Previamente, el 13 de mayo fue la conjunción entre el Sol y Júpiter.
El investigador señala esta fecha como importante para los Mayas, pues el luminoso planeta Júpiter o Bolon Yokteil, a quien describen como “Pata de Palo”, pasa de observarse en los cielos de la tarde, al cielo de la mañana.
Al igual que el calendario occidental, los mayas marcan también el 21 de mayo, fecha en que es notable la conjunción entre el Pata de Palo [Júpiter] y estrella avispa [Mercurio], también llamada Shush Ek.
Para los conocedores de este calendario estarían en la casa 13 del trece Cielo, donde la Tsab Kan o serpiente de cascabel de las pléyades es anfitriona.
Los siguientes días son la antesala al gran tránsito de Venus sobre la parte inferior del Sol el 5-6 de junio.
Fuente: La Gran Época
PSG
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