“Las dificultades y los obstáculos»
Arrojan al hombre de vuelta hacia sí mismo.
Pero, mientras el hombre común busca la culpa afuera, es decir, en otros hombres, y acusa al destino, el noble busca la falla en sí mismo, y, en virtud de este ensimismamiento, el impedimento externo se transforma para él en motivo de formación y enriquecimiento interior.”
(Richard Wilhelm)
Relato
Había una vez un hombre que calumnió grandemente a un amigo suyo, debido a la envidia que le tuvo, al ver el éxito que había alcanzado.
Tiempo después, se arrepintió de la ruina que trajo con sus calumnias a ese amigo, y visitó a un hombre muy sabio a quien le dijo:
Quiero arreglar todo lo que hice:
¿Cómo puedo hacerlo?
Y el hombre sabio respondió:
-Toma un saco lleno de plumas ligeras y pequeñas, y suelta una donde quiera que vayas.
El hombre muy contento por aquello tan fácil, tomó el saco lleno de plumas y, al cabo de un día, las había soltado todas.
Volvió a lo del sabio y le anunció:
-Ya he terminado
El hombre sabio contestó:
-Esa era la parte fácil…ahora debes volver a llenar el saco con esas mismas plumas que soltaste, sal a la calle y búscalas.
El hombre se sintió muy triste, pues sabía lo que eso significaba, y no logró juntar casi ninguna.
Al volver, el hombre sabio le dijo:
-Así como no pudiste juntar de nuevo las plumas que volaron con el viento, así mismo el mal que hiciste voló de boca en boca, y el daño ya está hecho.
Lo único que puedes hacer de verdad es pedir perdón, enmendarte, perdonarte y no volver a hacerlo…y volver a vivir con alegría.
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