
ESCUELA DE VIDA
Las Relaciones:
Nuestro máximo desafío y nuestra frontera final.
Las relaciones siempre fueron uno de nuestros principales problemas y nuestro desafío supremo.
Las anhelamos desesperadamente pero una vez que las tenemos, nos sentimos asfixiados y desilusionados.
Esto se debe a que la mayoría de las relaciones están aún dentro de los confines de la dualidad.
Esta ha distorsionado casi todos los aspectos de las relaciones y nuestro modelo disfuncional de relación ha llegado a ser la norma aceptada.
Los nuevos niveles de relación están en proceso de creación.
Una vez más, somos las parteras en este nacimiento.
Y, por supuesto, también somos los conejillos de indias,
Los que tenemos que experimentar hasta descubrir cuáles son las nuevas formas de relación.
La vida en el laboratorio del Amor
No va a ser aburrida, y definitivamente será un desafío para Vivir con Amplitud.
He aquí algunas sugerencias útiles:
¿Cuán transparente eres para relacionarte?
Las relaciones son un intercambio de esencias y una transferencia de energía entre dos o más personas.
Es también una fusión del campo áurico.
Por lo tanto, es de vital importancia que interactuemos con otros tan limpia y puramente como sea posible.
Necesitamos:
Ser honestos,
Abiertos y respetuosos uno con otro todo el tiempo.
Hemos adquirido muchos:
Hábitos sombríos que nos impiden relacionarnos limpiamente.
Muchos de ellos son inconcientes y es importante encontrarlos y quitarlos de raíz ahora mismo.
Por favor, haz una revisión y fíjate si tienes alguno de estos hábitos.
He aquí algunas de las formas en que empleamos mal la energía:
Los vampiros:
Son los que se acercan y empiezan a tironear de tu energía, tratando de tomarla para sí.
A veces son aprendices de chamán practicando el pequeño robo de poder, cuando hay inagotable suministro disponible.
Ellos dicen:
“¡Oh, amo tu energía!”, mientras tratan de arrebatártela.
Ubicados en la energía horizontal, deberían dejar la energía de segunda mano y tratar de nutrirse de la energía universal.
Los parásitos:
Es una forma mucho más extrema que la anterior.
Son extremadamente invasivos en su acercamiento.
Se te acercan y se te pegan como parásitos.
Es una sensación horrible y me recuerda a aquellas criaturas con ventosas en sus patas.
Tal vez, lo que buscan es la unión, pero su método es distorsionado.
Cuando nos hacen algo así, lo que sentimos es como una pesada y densa carga encima nuestro.
No es una sensación agradable.
Trato de evitar a los parásitos en lo posible, pero si aún así me tengo que enfrentar a ellos, los alejo de mí inmediatamente.
Es una profunda invasión de energía y deberíamos cuidarnos de no hacérselo a nadie.
En general, los que lo hacen son inconcientes de ello.
Fuente: Horacio Roberto
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