Elegir ante todo
Todo se trata de una determinación aunque muchas veces nos parezca que la Existencia es un entramado incomprensible de sucesos.
La cuestión es:
¿Cómo elegís vivir?
Ahora, considerando que la decisión es sólo una, ojo con lo que pretendés.
Porque de la misma dependerá el resultado proporcional que obtendrás para el resto de tus días.
“El que siembra, cosecha”, señalaba el maestro Jesús.
Tomemos en cuenta su mensaje sabio y divino.
Ya que cuanto más viento uno siembre, mas tempestades cosechará:
Así como cuanto más amor sea capaz de brindar, más lo protegerá el Universo.
Hace la prueba.
Decidí los pasos a dar, mediante situaciones y posturas contrastantes, determinando qué caminos tomar en tu propia película.
Por ejemplo:
Podrías elegir entre ver el día de hoy con optimismo o con pesimismo:
Ponerle garra a ser indiferente ante la situación que te toca afrontar.
Respetate o mentite a vos mismo sobre tu realidad.
Comprotete a la hora de los proyecto o justificate por no intentar concretarlos.
Sé humilde o sé arrogante ante la divinidad.
Ganá o perdé contra la ansiedad…
Del racimo de posibilidades podrás tomar las decisiones que quieras.
Contás con la libertad de inclinarte por cualquiera.
Porque tu vida dependerá de gozar o sufrir las consecuencias de la elección:
Será a partir de tu sistema de creencias que te inclines por una y otra postura.
Pero cuidado, si pensás que el viento no viene soplando a tu favor, no te entregues.
Sabés que tenés la posibilidad de cambiar de rumbo.
Nunca pierdas de vista que la única y verdadera elección gira en torno a qué hacer con ese regalo sagrado que hemos recibido y que llamamos :
“Vida”
A partir del enfoque que le demos a ella, nos encontraremos en condiciones de despertar y brillar en todo nuestro esplendor o de seguir adormecidos observando pasar el tiempo y las oportunidades que nos permitirían ser felices.
Ahí, en cómo honremos a la mencionada vida.
Radica el principal motor de cambio para alcanzar la armonía y alejarnos del estrés y la ansiedad.
Sin que nada atente contra la paz de nuestro corazón.
Gracias por existir.
Claudio
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