EL CAMINO DE LA ILUMINACIÓN
Yo creo que el error es «creer que somos lo que creemos que somos», aún cuando sabemos que todo es percepción y proyección.
Lo que nosotros conocemos como «mente» no es más que un «sistema operativo» que llamamos «cultura», dentro de cuyo marco de referencia se graban los programas que llamamos «educación».
Ahora bien:
«Mente, Cultura y Educación» forman un sistema llamado de creencias y un códice llamado «Mandato Social».
Conciencia, inteligencia y sabiduría
Son otra cosa y se hallan en otro rango del conocimiento.
Están en «el ser» La «intelectualización» de la vida, no es otra cosa que la manifestación del «Ego», personaje ilusorio que reina, vive y se desenvuelve en ese mundo laberíntico de ficticias elucubraciones.
Hoy por hoy, un intelectual; alguien considerado «culto», es aquel que más mentiras ha leído, oído, visto (o lo que es peor), escrito, dicho o actuado, en literatura, grabaciones, teatro o cine, en nombre del arte y la «expresión del espíritu creador».
En realidad, no es más que enredarse más y más en las mallas de las redes de la «mátrix»; especie de argumento no escrito, mal llamado «evolución.».
Para la mente lineal, analítica, crítica y lógica, es indispensable, el concepto evolutivo.
Un principio, un desarrollo y un final, es la única forma que puede «aprehender» la realidad.
Es en forma de «proceso», de «desarrollo» como registra la vida, la existencia, el estar…
PERO NO EL SER.
Desde mi punto de vista, todo es mucho más sencillo que eso.
Solo se reduce al concepto de «energía» en estado puro y perfecto SIEMPRE.
Sí, digo siempre, sin necesidad de pasar por un proceso evolutivo.
Todo El Universo es:
«Energía = Conciencia = Pensamiento = INTELIGENCIA.
Esta energía se manifiesta en un abanico infinito de formas, según la frecuencia (o la velocidad) en la que vibra.
Más lenta = mayor densidad = materia.
Más veloz = menor densidad = intangibilidad = sutilidad.
Es la misma energía que vibra y se desplaza.
Pura, dinámica expandiéndose por todo el océano cuántico.
Como la luz al pasar por el prisma se descompone en los distintos colores.
Todo lo conocido se reduce a moléculas, átomos, partículas sub-atómicas y…VACÍO.
Lo que los opuestos rotularon como CAOS =/= COSMOS, no es más que la danza eterna de la Génesis y la Entropía, la Entropía y la Génesis, que hace que:
«Nada se pierda sino que todo se transforme».
Así una galaxia, una estrella, un planeta, un satélite, un asteroide, una roca, un océano, una gota de agua, un árbol, una mata de hierba, un elefante, un mono, una ameba, una bacteria, un virus… un hombre…
TODO ABSOLUTAMENTE TODO
Es la multiplicidad de la manifestación de esa coreografía bella y divina, en la cual ambos bailarines «Yin y Yan»; «Caos y Cosmos», «Génesis y Entropía» dibujan en el espacio los arabescos de los pensamientos de Dios.
Pensamientos que son energía pura, sin necesidad de evolución.
El darse cuenta de todo esto, es hallar el principio del camino hacia la iluminación.
Luz que no te cae como un aguacero encima, sino que nace y crece en fulgor y potencia desde adentro, desde el ser esencial, manifestándose visiblemente afuera.
Dijo Jesús:
«El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva» (Juan 7:38).
Con profundo amor y respeto…
Ricardo Cruceira
Deje una respuesta