
En el camino.
En el camino que hacemos, hay personas más lentas y otras más veloces.
No pretendas de los otros, lo que no siempre tú logras hacer.
Busca comprender las equivocaciones del prójimo, y aguarda a que unos pocos logren alcanzar la difícil cumbre de la virtud.
Nadie se hace santo de la noche a la mañana.
Ten paciencia con tus compañeros de peregrinación en la tierra.
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