
Malvinas fue un tema difícil de tratar en estas dos décadas.
El dolor por la tragedia y la frustración por la derrota nos impidieron abordarlo con la prudencia que requieren los grandes asuntos nacionales.
Sin embargo, lentamente, año tras año y cada vez con mayor fuerza, fue resurgiendo desde el patriotismo, aquello que aprendimos desde chicos en las escuelas:
«Las Malvinas son argentinas».
Esta verdad se extendió a toda la sociedad porque Malvinas es una causa justa y un reclamo legítimo de la Nación.
Porque es también un sentimiento hondamente arraigado en la conciencia nacional que, a lo largo y a lo ancho de nuestro territorio.
Fue expresando el homenaje a los caídos, el reconocimiento a los veteranos y el necesario consuelo a quienes perdieron en aquellos combates a sus seres queridos.
Quienes cayeron en el cumplimiento de la misión y los que volvieron para dar testimonio de ese sacrificio, merecen nuestro reconocimiento y gratitud.
Todos eran lo mejor que tenía el país para dar.
Ellos no hicieron cuestionamientos políticos ni estratégicos.
Ellos no se preguntaron los porqué o los para qué.
Simplemente fueron a cumplir con su deber de soldados.
Ellos soportaron el fragor del combate y en condiciones climáticas extremas, estuvieron cercados durante más de dos meses.
En Malvinas muchos dejaron la vida;
Otros vieron caer a sus camaradas y sufrieron en carne propia el dolor de la derrota, la humillación del cautiverio y la ingratitud del regreso e, incluso, hasta el olvido de algunos de sus compatriotas.
Todos los que combatieron en Malvinas ofrendaron sus vidas!.
El eterno azar de la guerra eligió a algunos y dejó regresar a otros.
Debemos dar gracias a Dios por haber revertido la indiferencia y honrarlos como ellos se merecen.
Un héroe es aquel que sigue luchando por sus convicciones a pesar de saber que está vencido.
Los héroes de Malvinas, como los argentinos que a lo largo de nuestra historia, se entregaron en cuerpo y alma para defendernos.
Fuente de investigacion.
Deje una respuesta