La Profecía Cuántica en los DÍas de la Esperanza

LA PROFECÍA CUÁNTICA EN LOS DÍAS DE LA ESPERANZA

«Todavía tenemos la prueba de una poderosa tecnología, olvidada hace mucho
tiempo, oculta en las profundidades de nuestra memoria colectiva.»

La ciencia de la física cuántica, desarrollada a principios del siglo XX, aporta principios que hacen que el tiempo, la oración y nuestro futuro estén íntimamente relacionados de modos que sólo estamos empezando a comprender.

Entre las fascinantes propiedades de la teoría cuántica está la existencia de muchas posibles consecuencias para un momento dado del tiempo.

Si evocamos el pasaje biblíco de:

«En casa de mi Padre hay muchas mansiones»,

La «casa» de nuestro mundo es la sede de muchas de las posibles consecuencias de las situaciones que creamos en nuestras vidas.

Más que crear nuestra realidad, sería más exacto decir que creamos las situaciones a las que atraemos los futuros resultados, ya establecidos, a ocupar su puesto presente.

Las elecciones que realizamos como individuos determinan que mansión, o posibilidad cuántica, experimentamos en nuestras vidas personales.

A medida que nuestras eleciones individuales van cayendo en amplias categorías que afirman o niegan la vida en nuestro mundo, las múltiples opciones se fusionan en una sola respuesta colectiva a los retos del momento.

Por ejemplo, si elegimos el perdón, la compasión y la paz, atraemos futuros que reflejarán esas cualidades.

La belleza de la analogía ya citada por Hermes Trismegisto » como arriba es abajo«, es que nos muestra el significado de cada elección que ha realizado cada hombre y cada mujer, de cualquier procedencia, en cada momento.

Seguir nuestro curso por las posibilidades de la vida es un proceso de grupo. En el mundo cuántico no hay acciones ocultas, y cuenta cada acción de cada individuo.

Nos encontramos en un mundo que creamos juntos.

Ni las profecías antiguas ni las actuales pueden predecir nuestro futuro;

¡En cada momento perfeccionamos nuestras elecciones!

Aunque parezca estar en un camino destinado a un resultado específico, nuestro camino puede cambiar radicalmente para producir otro resultado
totalmente inesperado.

Las predicciones sólo ofrecen posibilidades.

El físico Richard Feynman, considerado por muchas personas como uno de los más grandes innovadores del nuevo pensamiento desde Albert Einstein, hablaba precisamente de este punto de la profecía cuando dijo:

«No sabemos cómo predecir lo que sucederá en un momento dado.

Lo único que se puede predecir es la probabilidad de que sucedan distintos acontecimientos»

Quizá los pasajes con más autoridad de nuestros perdidos textos precristianos hagan referencia a una antigua ciencia conocida hoy día como Oración. Considerada por muchos como la ráiz de toda tecnología,

La oración, que es la unión del pensamiento, el sentimiento y la emoción,

Representa nuestra oportunidad de hablar el lenguaje del cambio en nuestro mundo y en nuestro cuerpo.

Las palabras de otros tiempos nos recuerdan el potencial que la oración puede aportar a nuestra vidas.

Si las teorías cuánticas mencionadas anteriormente están en lo cierto, entonces por cada acto de delincuenia observado en una ciudad ya existía otra situación en ese mismo momento: otra en la que no existía el delito.

Los investigadores llaman a estas:

Posibilidades «superposiciones»,

Pues parecen encubrir una realidad con el resultado de una nueva posibilidad.

¿Existen ciertos tipos de plegaria que atraigan estan superposiciones a ocupar el centro de nuestro presente?

El médico Jeffrey Satinover, en su libro «Cracking the Bible Code»,

Relata la investigación recentísima que plantea justamente esas posibilidades.

En uno de esos estudios se registraron dos átomos, con propiedades muy distintas, en un acto que desafiaba las leyes de la naturaleza, tal como la entendemos hoy en día.

Bajo las condiciones apropiadas, ¡los dos átomos estaban ocupando exactamente el mismo lugar en exactamente el mismo momento!

Las situaciones que se produzcan en nuestro mundo, en cualquier momento dado del tiempo, están formadas por:

Personas, máquinas, la Tierra y la Naturaleza.

En su plano más elemental, están formadas por átomos.

Si dos de los componentes básicos de nuestro mundo pueden coexistir en el mismo instante, entonces se ha abierto la puerta para que muchos átomos hagan lo mismo, lo que implica que lo mismo sucede con los resultados. La diferencia puede ser simplemente de escala.

Nuestros antepasados, al reconocer que la experiencias de nuestras vidas existían como acontecimeintos situados en el curso del tiempo, nos recuerdan que, para cambiar la naturaleza de las mismas basta con escoger un nuevo rumbo.

La diferencia entre esta línea de pensamiento y la idea de que creamos nuestra realidad manipulando la estructura de la creacion es enorme, y al mismo tiempo, extraodinariamente sutil.

En vez de crear o imponer el cambio en nuestro mundo, quizá la antigua clave a la que se referían los Maestros del Cambio Pasivo en la historia fuera la :

HABILIDAD PARA CAMBIAR EL ENFOQUE.

La física cuántica sugiere que al dar una nueva dirección a nuestro enfoque – allí donde ponemos nuestra atención-, atraemos un nuevo curso de acontecimientos, a la vez que liberamos otro que ya no nos sirve.

«El Momento en que reconciliamos cada nueva posibilidad es el Momento en que empieza la Magia;

Ese es el Momento de Nuestra Propia elección.»

Extraído del libro:

El Poder de la Profecía .
Gregg Braden

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