“No hay nadie tan equivocado como aquel que pasa la mayor parte de su vida ganándose la vida.”
(Henry David Thoreau)
Una frase perversa:
“Hay que ganarse la vida”
“Me ganaba la vida…pero no la vivía”
Una de las frases más frecuentemente citadas por enfermos terminales, según Elisabeth Kübler-Ross.
“El hecho de que una opinión la comparta mucha gente no es prueba concluyente de que no sea completamente absurda” Bertrand Russel
Si asumimos la perversión de esta frase tan socialmente aceptada y muy escasamente pensada, lo mejor que podemos esperar de nuestra existencia, el mejor de los frutos imaginables, es recuperar algo que, en realidad, nos es consustancial.
Para no vivir como muertos, nos pasaremos la vida intentando “ganárnosla”.
Desde chiquitos nos lo tragamos, ¡zas!, sin rechistar, ¡directo al inconsciente!
¿Cómo podemos cambiar esta manera de pensar?
Te propongo una cosa:
Demos un nuevo significado y una nueva forma de expresión a esta frase y logremos así que las personas establezcan un nuevo punto de partida.
Reasignen el valor de la vida en su cerebro y definan una nueva:
“Posición existencial de partida”, más sana y menos sometida y resignada.
¿Qué te parece?
Mi propuesta es que abramos los ojos y nos olvidemos de esta frase:
LA VIDA NO TIENE QUE SER GANADA PORQUE ESTA GANADA DESDE QUE NACEMOS
(Libro: La brújula interior, carta 1, Alex Rovira Celma)
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