La puerta a la Esperanza – Augusto Cury

La puerta a la esperanza de Augusto Cury.
Augusto Cury:

“Nuestra sociedad se ha convertido en un gran manicomio global”.

Entrevista al psiquiatra brasileño, vende sueños para curar un mundo enfermo y con tendencia depresiva.

No es sólo el título de su última novela,

Sino también el apodo con el que Augusto Cury ha sido bautizado en Brasil.

El psiquiatra y psicoterapeuta ha cautivado los corazones de miles de personas que han visto en su modo de ver el mundo una puerta a la esperanza.

Un mensaje que se basa en la necesidad de vivir los sueños y no conformarse con una vida cómoda,

Luchar desde el raciocinio contra una sociedad donde lo normal es estar ansioso y estresado, y lo anormal es:

Ser saludable, tranquilo y sereno.

Durante más de veinte años, Cury ha ido desarrollando la teoría de la Psicología Multifocal, que estudia las funciones de la memoria, la información del yo y la construcción del pensamiento.

Actualmente, está considerado el autor más leído en Brasil, con más de doce millones de ejemplares vendidos de sus obras.

Se le conoce también como fundador y director de la Academia de la Inteligencia en el interior rural de Sâo Paulo, un centro académico sobre “psicología preventiva” para maestros y profesionales de la salud mental.

– ¿Cuál es su mayor sueño?

– Formar una red de personas que piensen como una especie y no como un grupo:

Político, religioso o social,

Gente que tenga:

Amor a la vida, la humanidad y la naturaleza.

– ¿Qué vende?

– Soy un vendedor de ideas.

Trato de vender coraje para los inseguros,

Osadía para los fóbicos,

Alegría para los que han perdido la fascinación por vivir,

Sensatez para los incautos,

Críticas para los pensadores.

– ¿Cómo?

– Estimulando a las personas para que desarrollen las funciones más complejas de la inteligencia como:

Pensar antes de reaccionar,

Trabajar la construcción personal, proteger la emoción y saber manejar los pensamientos.

– ¿Las personas reflexionamos poco sobre nuestros actos?

– Sí, estamos viviendo en una gran paradoja:

Nunca habíamos tenido tanto acceso a la información – a través de la escuela, Internet y los ordenadores-,

Pero tampoco hasta ahora habíamos tenido una gran masa de gente repitiendo las mismas ideas.

– ¿Qué sucede?

– Tenemos dificultad para producir pensadores humanistas,

Comprometidos con la sociedad, que piensen en las consecuencias de estos comportamientos y tengan una visión de futuro más profunda.

Un ejemplo es el Síndrome del Pensamiento Acelerado (SPA).

– ¿En qué se basa?

– En el pasado el número de información se duplicaba cada doscientos o trescientos años.

Actualmente, se duplica cada cinco años.

El exceso de información es registrado en la memoria provocando un fenómeno inconsciente que se llama alto flujo, es decir, el cerebro lee la memoria a una velocidad jamás vista.

– En consecuencia, en la actualidad, un niño de siete años de edad almacena más información y piensa a una velocidad mayor que un emperador romano cuando dominaba el mundo.

– ¿Cuál es la consecuencia?

– El exceso de construcción de pensamientos en el corte cerebral provoca una pérdida de energía.

Esto suele generar síntomas como la:

Fatiga por la mañana, dolores de cabeza y musculares, irritabilidad, intolerancia, déficit de concentración.

Por otra parte, la velocidad del pensamiento hace que los jóvenes busquen nuevos estímulos para aliviar la ansiedad.

– ¿Y qué papel juega la escuela en todo este fenómeno?

– La educación clásica no produce los estímulos que los jóvenes encuentran en la televisión, las videoconsolas o Internet.

Por eso, está habiendo un aumento de la violencia, una contracción del placer de aprender, el arte de observación y la formación de pensadores.

Es muy grave porque ellos serán los futuros líderes de un mundo con muchos problemas.

– ¿Qué son los sueños?

– Los sueños son diferentes de los deseos – intenciones superficiales.

Son proyectos de vida que controlan nuestras emociones, que deben de acompañarse con disciplina y garra porque, sino, producen personas frustradas.

– Ser multimillonario, ¿es un sueño?

– Si el dinero no se utiliza para transformarnos en dioses que están por encima del resto de seres humanos,

Sino para contribuir a la sociedad, ser multimillonario es un sueño.

Sin embargo, el dinero puede empobrecer.

En este sentido, tuve oportunidad de tratar con millonarios, y he visto a muchos miserables habitando en castillos.

– Ya dicen que el dinero no da la felicidad.

– En una sociedad capitalista ganar dinero y tener una seguridad material es muy importante,

Pero también lo es aprender a proteger la emoción y contemplar lo bello.

Una persona puede ser una celebridad, pero no va a ser feliz sin disfrutar de las pequeñas cosas de la vida.

– ¿Qué es la belleza?

– Aprender a extraer mucho de poco; hacer de las pequeñas cosas un sol para nuestra existencia:

Un beso, una abrazo, un sueño, una aspiración, la anatomía de una flor…

– ¿Qué nos impide contemplarla?

– El empobrecimiento psíquico de nuestra sociedad moderna, que se ha convertido en un gran manicomio global.

Pensábamos tener la generación más saludable de toda la historia porque nunca hasta ahora habíamos tenido una industria tan importante, pero jamás ha habido en el mundo tantas personas tristes.

– Desolador.

– Un 20% de la población mundial desarrollará una dolencia depresiva en los próximos años,

La mitad padecerán trastornos psicológicos, como el síndrome de pánico, ansiedad, anorexia, bulimia o dolencias psicosomáticas.

– ¿A qué se debe tanta enfermedad?

– El problema de nuestro sistema social es que nos estimula a vivir una vida exteriorizada, volcada para el mundo de fuera y no para los valores de dentro;

No nos enseñan a desarrollar las funciones más importantes de la inteligencia, a proteger la emoción.

Hay que saber dar sin esperar nada a cambio,

Entender que detrás de una persona que nos hiere hay una persona herida.

Tampoco hay que exigir lo que no nos pueden dar.

– ¿Por qué es fundamental pensar como especie?

– Los problemas que tendremos en las próximas décadas serán muy graves.

El desarrollo de países emergentes como India, China, Brasil o Rusia hará aumentar la necesidad de más recursos naturales.

Esto provocará que los alimentos y la energía se encarezcan mucho.

Los conflictos entre las naciones, el proteccionismo, la guerra del cambio, crecerán.

Necesitaríamos tres planetas para que toda la humanidad viviera como la clase media actual.

– ¿Qué implica pensar cómo una especie?

– Vivir los ideales de la revolución francesa:

Fraternidad, libertad e igualdad;

Entender que detrás de los judíos o de los musulmanes no sólo hay una cultura o un modo de vida, sino también:

Seres humanos que tienen las mismas necesidades, temores, angustias, ansiedades, que las nuestras.

– Aumenta la violencia entre los jóvenes,

¿Qué les ocurre?

– La sociedad moderna alteró la caja prieta del funcionamiento de la mente.

El pensamiento acelerado hace que los jóvenes no sepan interiorizar ni pensar en las consecuencias de sus comportamientos.

Por el contrario, buscan placer inmediato,

La necesidad urgente de saciar una emoción,

Lo que sumado a la desesperanza causada por la crisis económica ha hecho aumentar los índices de violencia, favoreciendo la :

Incapacidad de razonar antes que actuar, de ponerse en la piel de los demás.

– ¿Quién debería cambiar esta tendencia los padres o la escuela?

– Los padres deberían aprender a:

Ser brillantes con sus hijos, y la escuela debería formar a pensadores.

Los dos tienen que ir unidos en este propósito.

Los buenos padres compran regalos para sus hijos,

Pero los padres brillantes les hacen partícipes de su historia,

Les hablan de sus lágrimas y fracasos para que aprendan a llorar.

De esta manera usarán los fracasos para conquistar sus sueños.

– ¿Qué papel juega la traición en esta sociedad moderna?

– Traicionamos a la ciencia con nuestras verdades absolutas;

A nuestros alumnos, con nuestra incapacidad para escucharlos;

A la naturaleza, con nuestro desarrollo;

A la humanidad, cuando levantamos la bandera de que somos judíos, palestinos, americanos, europeos…

Todos somos traidores que necesitamos desesperadamente comprar sueños.

Raquel Quelart
Publicado en: La Vanguardia

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