Cada vez que al crecer , tengas ganas de convertir las cosas equivocadas en cosas justas, recuerda que la primera revolución que hay que realizar es dentro de uno mismo,
La primera y la más importante.
Luchar por una idea sin tener idea de uno mismo es una de las cosas más peligrosas que se pueden hacer.
Cada vez …
Que te sientas extraviada/o, confusa/o, piensa en los árboles, recuerda su manera de crecer.
Recuerda que un árbol de gran copa y pocas raíces es derribado por la primera ráfaga de viento, en tanto que un árbol con muchas raíces y poca copa a duras penas deja circular su savia.
Raíces y copa han de tener la misma medida, has de estar en las cosas y sobre ellas:
Sólo así podrás ofrecer sombra y reparo, sólo así al llegar la estación apropiada podrás cubrirte de flores y de frutos.
Y luego, cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cuál recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar:
Siéntate y aguarda.
Respira con la confiada profundidad con que respiraste el día en que viniste al mundo, sin permitir que nadie te distraiga:
Aguarda y aguarda más aún.
Quédate quieta/o, en silencio, y escucha a tu corazón.
Y cuando te hable, levántate y ve dónde el te lleve”.
(Libro: Dónde el corazón te lleve, Susana Tamaro, pag 179)
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