Al despertar, el primer pensamiento es la semilla de tu creación para el resto del día.
Cuando abras tus ojos, siéntate un momento y agradece este regalo: un nuevo día.
Crea tu pensamiento de paz y disfruta de unos momentos de silencio interior.
Disfruta este momento, aquí y ahora como si fuese el último.
¡Buen día !
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