COMPARTIENDO COMPRENSIONES
Hermanos
¡Que el Poder de la Vida Una fluya sobre todo el grupo de servidores!
La energía de la Buena Voluntad es inagotable dentro del Corazón, porque el Corazón nos conecta con la fuente inagotable de la vida verdadera que trae gozo y armonía a todos los seres, a todo lo creado.
El corazón es el cuarto chacra.
Es la puerta que conecta lo divino con lo humano, lo superior y lo inferior.
El corazón está en el medio de la cruz que formamos cuando abrimos los brazos mostrando que somos uno con todos nuestros hermanos.
Los brazos abiertos para abrazar marcan la línea horizontal que se inicia en la mano del brazo abierto, pasa por el corazón y termina en la otra mano.
El hombre con los brazos abiertos muestra la energía de la Fraternidad.
En ese punto sabemos somos uno con todos los humanos, con los que nos gustan y con los que no nos gustan, con los que amamos y con los que rechazamos.
Parado y con los brazos abiertos tenemos un eje de la cruz que parte de la cabeza en vertical hacia los pies que muestra que mi Padre y yo somos uno y otro eje en la horizontal que indica que todos los humanos son mis hermanos.
El corazón es el magneto poderoso que atrae hacia él todo lo manifestado.
Cada pequeño corazón es absorbido por ese magneto mayor que es el Corazón de los Grandes Seres.
Así hablamos por ejemplo del Sagrado Corazón de Jesús y del Corazón Amoroso de la Madre del Mundo, ellos no son sino magnetos que atraen hacia si en forma irresistible, con la misma fuerza que atrae el imán a las limaduras de hierro.
Esa atracción irresistible puede instalarse en nosotros cuando abriendo de par en par nuestro corazón, se lo ofrecemos a la Madre del Mundo.
Cuando vamos por la Vida con el corazón abierto, instalamos la belleza, la bondad y la verdad en todo lugar donde estamos.
Con amor
Marta Paillet – [email protected]
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