Actualmente, la palabra solidaridad es utilizada por agentes muy diversos.
Desde diferentes ámbitos se apela a la solidaridad como uno de los valores fundamentales para las relaciones internacionales en el siglo XXI.
Las Naciones Unidas han acordado que los problemas mundiales deben abordarse de manera que los costos y las cargas se distribuyan con justicia, conforme a los principios fundamentales de la equidad y la justicia social y que los que sufren, o los que menos se benefician, merecen la ayuda de los más beneficiados.
¿Por qué se insiste tanto en los últimos tiempos en la necesidad de establecer relaciones solidarias?
La respuesta está en la época que nos ha tocado vivir, una época en la que las desigualdades están a la orden del día.
La famosa globalización de la que todo el mundo habla está teniendo consecuencias desastrosas a muchos niveles.
El sistema actual, basado en una economía capitalista globalizada, comporta situaciones de injusticia social y económica.
En este contexto, se ha producido el incremento brutal de la pobreza con especial énfasis en las mujeres y la niñez.
Pero, ¿somos conscientes de lo que supone una actitud solidaria?
Quizás el revolucionario argentino Ernesto Che Guevara, nos de alguna pista:
«Si sientes el dolor de los demás como tu dolor, si la injusticia en el cuerpo del oprimido fuere la injusticia que hiere tu propia piel, si la lágrima que cae del rostro desesperado fuere la lágrima que también tú derramas, si el sueño de los desheredados de esta sociedad cruel y sin piedad fuere tu sueño de una tierra prometida, entonces serás un revolucionario, habrás vivido la solidaridad esencial».
La proclamación del 31 de agosto como Día Internacional de la Solidaridad contribuirá a promover y fortalecer los ideales de solidaridad como valores fundamentales para las relaciones en y entre las naciones, los pueblos y las personas.
Fuente: enredate.org
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