El Vino y la Salud – Beber Vino es Saludable

Beber Vino es Saludable

El VINO Y LA SALUD

Estudios científicos que se vienen realizando con el vino

Las bebidas alcohólicas en general no deben considerarse como fuentes nutricionales, por que teniendo un determinado valor energético no poseen prácticamente otros nutrientes.

Estos productos tienen importancia más bien desde el punto de vista gastronómico.

Sin embargo, en lo que al tema vino/salud se refiere son numerosos los estudios científicos que se vienen realizando con el vino como protagonista.

El movimiento investigador en torno a este producto, considerado como un alimento fundamental de la dieta mediterránea, está sacando a la luz una serie de componentes beneficiosos para el organismo humano que aconsejan su consumo mantenido y moderado.

Hasta la fecha, los beneficios por el consumo de vino, son conocidas, gracias a los estudios epidemiológicos que han demostrado la menor incidencia de mortalidad por enfermedades cardiovasculares en los consumidores moderados de vino y cava.

Generalmente los resultados sugieren una disminución de un 30 a un 40% en el riesgo de sufrir estas enfermedades, aunque otros estudios indican una mayor reducción del riesgo (hasta en un 50% o incluso superior).

Otros estudios sugieren que dietas altas en folatos, y vitamina B6, acompañadas de un consumo moderado de vino, reducen el riesgo de enfermedades coronarias en la mujer.

El efecto beneficioso del vino está basado en la acción de los polifenoles, cuyo poder antioxidante supera incluso al de la vitamina E.

Tanto los vinos blancos como los tintos y el zumo de uva poseen un potencial antioxidante superior, incluso, al de la vitamina E.

Los polifenoles presentan gran importancia en enología debido a su influencia directa o indirectamente sobre la calidad del vino.

Son los causantes del color y de la astringencia y, además, según su naturaleza pueden tener interés nutricional y farmacológico.

Los polifenoles son moléculas más o menos complejas con capacidad para fijarse a los radicales libres y así neutralizar la oxidación de los componentes orgánicos que éstos causan.

Los polifenoles intervienen en el proceso de aterogénesis evitando la oxidación de las lipoproteínas de la placa de ateroma depositada en las arterias, por lo que reducen el riesgo coronario.

Pero el vino no protege solamente contra la enfermedad cardiovascular, sino también contra el cáncer.

Aunque todavía debemos ser cautos en este punto, parece claro que tiene mucho que ver con las propiedades anti-inflamatorias del vino.

Los polifenoles, en concreto los estilbenos, tienen una acción antiproliferativa tumoral y en ellos radica el papel protector del vino frente al cáncer.

Todos son datos muy favorables, pero, deberían ser confirmados por otros medios deestudio.

Poco a poco, de abren otros campos de prevención en los que el papel de los compuestos polifenólicos del vino podrán jugar un papel importante:

Como la enfermedad de alzheimer, degeneración macular, función estrogénica, etc.

En este sentido, un nuevo estudio realizado en los Estados Unidos sugiere que el vino consumido con moderación puede reducir el riesgo de degeneración macular, daño que se ha convertido en la causa más frecuente de ceguera en personas mayores de 65 años.

Como conclusión, podemos afirmar que beber vino moderadamente es sano, e incluso recomendable.

El vino forma parte de la alimentación mediterránea,considerada como la más saludable por la gran mayoría de la comunidad
científica internacional.

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Fuente: Amantes de Vinos

 

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