NUTRICIÓN ORTOMOLECULAR:
LA MEDICINA DEL SIGLO XXI
Con el nuevo milenio se abre una nueva era respecto a la medicina
Cada día más personas optan por tratarse con nutrición ortomolecular,
Una y otra vez, los resultados demuestran la eficacia de sus tratamientos.
Esta terapia ha adquirido un privilegiado papel preventivo y terapéutico en países como EE.UU. e Inglaterra.
Las investigaciones de la nutrición ortomolecular
Se dedican al estudio de la salud óptima, su objetivo principal, en contraposición con la medicina alopática que se dedica a la investigación de las enfermedades.
Ambos polos son igualmente importantes y necesarios para la evolución y bienestar del Ser Humano.
La definición de salud óptima no es simplemente la ausencia de enfermedad, sino un estado natural de energía, vitalidad, y sobre todo armonía con nosotros mismos y con la vida.
Cuando una persona alcanza su estado óptimo de salud, instintivamente sabe cómo comportarse para preservarlo.
Esto hace que la persona opte voluntariamente por una alimentación y unos hábitos de vida sanos.
Nutrición ortomolecular significa roporcionarle a las células los nutrientes adecuados para que éstas funcionen lo mejor posible.
Para entender mejor su importancia es necesario hacer un breve y sencillo repaso de bioquímica.
BIOQUÍMICA DEL ORGANISMO
El Ser Humano está compuesto de unos elementos básicos:
Oxígeno, carbono, hidrógeno, nitrógeno y minerales.
Es la determinada combinación de éstos, lo que forma los materiales «base» de cada una de las células del organismo y lo que le proporciona su característica de Ser Humano.
Por ejemplo, la combinación de:
Oxígeno + hidrógeno = Agua
Hidrógeno + carbono + oxígeno = Carbohidratos
Hidrógeno + carbono + oxígeno (en menor cantidad que los carbohidratos) = Grasa
Hidrógeno + carbono + oxígeno + nitrógeno = Proteínas
Ciertos minerales como el fósforo y el sulfuro también forman parte de algunas proteínas.
La frase «somos lo que comemos y lo que absorbemos» no podría ser más cierta.
La membrana exterior de la célula está compuesta principalmente de grasas y proteínas; en el interior de la célula se encuentra un líquido (citosol o fluído intracelular) compuesto primordialmente de agua, pero también de proteínas, carbohidratos y grasas; el núcleo, que contiene los genes y controla la actividad celular, contiene principalmente proteínas.
Sin embargo, el hecho de juntar todos estos compuestos no crea un Ser Humano.
Para que esto ocurra hace falta energía y ésta se fabrica en el interior de las células (en la mitocondria) gracias a unas enzimas que para ser activadas dependen, a su vez, de vitaminas.
Esta energía es la que pone en funcionamiento la célula. Para que el cuerpo disfrute de una salud óptima, las células que lo forman deben estar sanas.
Así pues, éstas deben recibir agua, carbohidratos, grasas, proteínas, minerales y vitaminas, a través de una nutrición óptima.
NUTRICIÓN ÓPTIMA
ALIMENTOS ÓPTIMOS
Un aspecto muy importante de la nutrición ortomolecular es respetar la individual bioquímica.
Cada persona nace con una bioquímica determinada, la cual puede predisponerle al desarrollo de ciertas enfermedades o síntomas.
Es por esto que no todo el mundo se beneficia de la dieta típica recomendada basada en ensaladas, frutas y agua fresca;
Algunas personas, por el contrario, se sienten mejor comiendo comida cocinada y bebiendo líquidos calientes.
Por ejemplo:
Una persona con candidiasis crónica se puede sentir peor al comer fruta.
La que sufre de bajones de azúcar no suele tolerar bien la comida fría, como las ensaladas;
Un intestino irritable puede empeorar al consumir granos…
Así pues, para conseguir una salud óptima es vital descubrir las necesidades individuales del organismo.
Debido a esta individualidad bioquímica, es prácticamente imposible diseñar una dieta estándar saludable para todo el mundo, en general.
Sin embargo, sí se puede hablar de unos alimentos base para ayudar a mantener sano el organismo, los cuáles sirven de «cimiento» para construir un programa de nutrición ortomolecular a medida.
AGUA
Un mínimo de 1 litro y medio de agua mineral embotellada al día (más en días de calor o si se practica algún deporte).
Ver capítulo «Recupera tu salud gota a gota: Los misterios del agua». CARBOHIDRATOS COMPLEJOS.
Los carbohidratos complejos (no refinados) son los que nos proporcionan glucosa o, en otras palabras, la energía que nuestro organismo necesita.
Estos incluyen frutas, vegetales y granos.
Alimentos que nos proporcionan vitaminas, minerales, fibra y agua, principalmente.
Los carbohidratos complejos se metabolizan de forma lenta, alimentando poco a poco la sangre de glucosa.
Esto hace que el nivel de energía sea constante y que el sistema hormonal y nervioso no sean estimulados innecesariamente.
La glucosa obtenida de los carbohidratos es tremendamente importante para el buen funcionamiento del cerebro, el cual usa alrededor de un 25% de toda la glucosa del cuerpo.
Cuando los carbohidratos se metabolizan, dejan muy poco residuo químico, al contrario que las proteínas y grasas.
Una vez quemados solamente producen agua, la cual se elimina a través de la orina, heces y sudor; y dióxido de carbono, el cual se expira en la respiración.
Es por esta razón que los carbohidratos deben formar la mayor parte de nuestra dieta, alrededor de un 60% de ella.
(«Nutrición ortomolecular:
Revoluciona tu salud con la medicina del siglo XXI,
por Cala H. Cervera.)
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