
La familia de Sandra Violino, nunca pensó que la tragedia automovilística que sufrieron en el año 2001, sería, doce años después, la causa de tanta emoción.
Fue un accidente de tránsito en el que uno de los miembros de la familia perdió la vida.
El más pequeñito de ellos, Nicolás, con meses de vida, terminó gravemente lesionado.
Tras años de luchar por su calidad de vida, recibieron la noticia de que el milagro que salvó a Nico, mediante la intercesión del Cura Gaucho, fue la causa de su Beatificación.
Testimonio de Sandra Violino, quien compartió la alegría por la Beatificación del Cura Gaucho.
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