
CÓRDOBA
Gran movimiento de fieles en la beatificación del cura Brochero.
La ceremonia oficial la encabezó el enviado del papa Francisco, el cardenal Angelo Amato, prefecto para la causa de los santos.
Una junta médica del Vaticano reconoció el año pasado el carácter milagroso de una curación atribuida al cura.
El Cura Brochero, quien evangelizó a lomo de mula las sierras cordobesas e hizo propias las necesidades de los sectores más pobres de la región, fue proclamado hoy beato en Córdoba por el cardenal Angelo Amato, enviado especial del papa Francisco.
‘Concedemos que el venerable siervo José Gabriel del Rosario Brochero, sacerdote diocesano, pastor según el corazón de Cristo, fiel ministro del evangelio, testigo del amor de Cristo a los pobres, sea llamado beato de ahora en adelante‘, leyó el purpurado el decreto firmado por el Sumo Pontífice.
A las 10.27 una gigantografía con la imagen del primer sacerdote argentino beato fue desplegada en el altar, en medio de vítores y aplausos de una multitud reunida en el predio ubicado en el Cerro de la Cruz, del poblado de Traslasierra.
El programa de beatificación comenzó a las 6 con la Vigilia del Rosario de la Aurora.
A las 7 continuó con una celebración previa del Rincón Brocheriano.
A las 9 arribó el cardenal Amato,
A las 10 se inició la celebración Eucarística y comenzó de la Ceremonia de Beatificación.
El intendente de Villa Cura Brochero, Gustavo Pedernera, manifestó a Télam que la localidad y sus alrededores tienen un «impresionante movimiento de gente que viene a honrar la vida y obra de Brochero.
Hoy es un gran día.
Es un día de bendición.
Es el día esperado por todos».
Desde la policía manifestaron que en las rutas de acceso a la localidad de Villa Cura Brochero, población de 8.000 habitantes del departamento San Alberto que está distante a unos 160 kilómetros de la ciudad de Córdoba, el tránsito es lento por la cantidad de vehículos de quienes se movilizan para participar del acontecimiento religioso.
La Plaza Centenario y la denominada «manzana brocheriana, el sector de seis manzanas que reúne los sitios emblemáticos brocherianos en el centro de la población, fue un lugar de vigilia toda la noche y esta mañana se encontraba colmada de fieles.
También comenzó el arribo de las distintas agrupaciones gauchas que, con sus más de 3.000 jinetes se sumarán, luego de varios días de cabalgatas, a este día festivo brocheriano.
La beatificación de Brochero fue firmada en diciembre del año pasado por el entonces papa Benedicto XVI, luego de que en mayo de ese mismo año una junta médica reunida en el Vaticano reconoció el carácter milagroso de la curación de un niño cordobés -que tras un grave accidente había sufrido varios paros cardiorrespiratorios- atribuida a la intercesión del cura.
Ahora, la iglesia de Córdoba sigue con atención la evolución de otro niño oriundo de la provincia de 2 años, que fue dado por muerto tras permanecer sumergido varios minutos en una pileta de natación que su padre estaba cuidando en la localidad de Mina Clavero.
Nacido en 1840 en Santa Rosa del Río Primero, durante más de 50 años José Gabriel Brochero -con su clásica imagen a lomo de mula y vestido de poncho- cruzó las sierras de Córdoba para asistir enfermos, salvar vidas, contribuir al desarrollo de la región y llevar la palabra de Dios en medio de dificultades.
En su fecundo ministerio pastoral, Brochero promovió una casa de retiros, por la que pasaron más de 70.000 fieles que realizaron ejercicios espirituales ignacianos, en la ciudad que hoy lleva su nombre.
La ajustada reseña de sus obras también resalta que creó una escuela para niñas, construyó caminos e impulsó la extensión del ferrocarril, entre otras muchas obras.
(Télam)
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