Último adiós al popular cantautor
Los restos mortales del cantante y compositor argentino Facundo Cabral son velados hoy en el teatro ND Ateneo, donde se montó una capilla ardiente que estará abierta hasta las 22 para tributar un último adiós al músico.
El féretro con el cuerpo de arribó al país a las 8.36 al sector militar del Aeroparque Jorge Newbery, en un avión de la Fuerza Aérea de México, país del que Cabral decía era su segunda patria, ya que lo cobijó durante su exilio de la dictadura argentina de 1976 a 1983.
El avión procedente de Guatemala fue recibido por su viuda, Silvia Pousa, familiares, el canciller Héctor Timerman, y el secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia.
Desde allí los restos del artista asesinado el sábado en Guatemala, a los 74 años, fueron trasladados hasta el ND Ateneo, donde se realizará el velatorio hasta las 22.
Mañana a las 10.30 partirá el cortejo fúnebre hasta el cementerio Jardín de Paz, de Pilar, donde los restos del autor de «No soy de aquí ni soy de allá» serán cremados, expresaron sus familiares.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner decretó tres jornadas de duelo para todo el territorio argentino, en un comunicado donde se remarca que el artista «consagró su vida al canto, transmitiendo con sus letras el espíritu de paz inspirado en las enseñanzas de Jesús, Ghandi y la Madre Teresa de Calcuta».
«Hemos estado muy conmovidos todos estos días por la pérdida de Facundo, él ha sido alguien que interrogó sobre la condición humana y creo que ese mensaje caló muy hondo en toda América latina y en todo el mundo», destacó Timerman en el arribo del féretro al Aeroparque.
El canciller subrayó que «si había algo que estaba lejos de las ideas de Facundo era la violencia y todo lo relacionado con los cárteles de la droga. Me parece que es, tal vez, un mensaje el que se haya llevado a una persona tan lejana a ese submundo».
El músico argentino fue asesinado el sábado pasado en la ciudad de Guatemala por un comando sicario cuando se dirigía hasta el aeropuerto de La Aurora en compañía del productor de espectáculos nicaragüense Henry Fariña, destinatario de las balas que mataron a Cabral, según fuentes policiales.
«Era un trovador. El decía que le hacía bien la gente», recordó el compositor y cantante de protesta Piero, quien estuvo presente para despedir «a un amigo».
Para el autor de «Para el pueblo lo que es del pueblo», Cabral era «un buscador de la verdad a ultranza», que había «sorteado tantas veces la muerte», recordando que el fallecido cantor superó dos cáncer.
«Esto es el destino, el destino. Era un tipo totalmente cristalino, pacífico tranquilo. Lo recuerdo como alguien no conforme y buscador de la verdad a ultranza», agregó el compositor de «Mi viejo».
«Mi tío ha dejado marcas de vida. Sabíamos lo que significaba su mensaje en Latinoamérica pero toda lo que ocurrió nos ha superado», confesó Sergio Cabral, sobrino del artista en la puerta del ND Ateneo.
Jorge Mazzini, productor de sus últimos shows en Buenos Aires, justamente en el ND Ateneo, dijo:
«Cabral ya era un referente de la espiritualidad».
Esa faceta de él fue la más seguida en el exterior, más allá de la canción. En realidad la gente quería oírlo hablar, era una especie de profeta urbano».
La muerte violenta en Guatemala del popular artista platense sacudió a sus seguidores, que pasado el mediodía comenzó a acercarse al ND Ateneo con flores, lo que obligó a cortar el tránsito en la calle Paraguay al 900.
La viuda y familiares de Cabral entregaron un comunicado a la prensa en el ND Ateneo, donde expresaron su «agradecimiento a la inmensa cantidad de medios de comunicación de todo el mundo, por la respetuosa cobertura» del fallecimiento del músico.
«Quisiéramos cerrar este comunicado -señalan los familiares- invitando a celebrar su vida y nada mejor para hacerlo que una recomendación que él mismo hiciera en su última función en esta sala: «Si esta es la última vez que subo al escenario pinten el cajón de rojo y celebren porque Mi vida fue una fiesta».
Deje una respuesta