
Diversidad o Diferencias
¿Atender a la diversidad o a la diferencia?
Como lo señaló Heidegger en Identidad y Diferencia, igual no es lo mismo que idéntico.
Si entendemos «diverso» en oposición a idéntico, «atender a la diversidad» será mucho más que atender a las diferencias.
Se habla hoy de la atención a la diversidad pero entendiéndola como atención a la diferencia.
Atender a las diferencias es atender a lo distinto, lo no igual, lo diferente.
¿Diferente respecto de qué?
Diferente de lo conocido, lo repetido, lo igual.
Atender a la diversidad es atender a la irrepetibilidad del sujeto que, pudiendo ser en muchos aspectos igual a otro, no deja por eso de ser idéntico sólo a sí mismo.
Para atender a la diversidad, no basta con atender a las diferencias.
Podemos educar tipos distintos de alumnos, respetando las diferencias, pero olvidando que todos y cada uno de los sujetos que intervienen en el hecho educativo es único e irrepetible.
Atendiendo los casos diferentes, programando y llevando a la praxis áulica estrategias específicas para alumnos o grupos de alumnos diferentes, haciendo adaptaciones didácticas, lo que hacemos es atender a las diferencias, algo de por sí loable.
Pero, si llamamos a esto atender a la diversidad, ocultamos nuevamente lo que significan identidad y diversidad, ocultamos el carácter más profundo de nuestra condición humana:
El hecho de ser únicos e irrepetibles.
Sólo una educación que atienda a la persona, a cada persona, en su condición de ser único, puede ser llamada educación que atiende a la diversidad.
Fuente de investigación
Prof. Lic. Andrés Luetich
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