Lo que creímos iba a ser la Era de Acuario – En que Hemos Fallado – Carmen Santiago

En que Hemos Fallado 

El mundo que vemos no se parece en nada a lo que creímos iba a ser la Era de Acuario.

Si bien es cierto que las Eras Astrológicas son tan extensas que un siglo no es determinante, los acontecimientos, en vez de reflejar las cualidades entrantes de la Era de Acuario parecen retroceder a los más oscuros momentos de la era pasada:

Guerras, injusticia social, esclavitud, torturas, racismo, xenofobia, por mencionar algunas.

Si bien la noche es más oscura antes del amanecer, la pregunta es:

¿Amanecerá?

Todo depende del cambio en la conciencia humana.

Ese cambio lo conocemos y lo sintetizamos muy claramente en la frase,

«Del yo al nosotros».

O en la idea detrás de la revolución francesa … que nunca se cumplió …

IGUALDAD, LIBERTAD, FRATERNIDAD.

O en las Cuatro Libertadesanunciadas por Franklin Delano Roosevelt: “…

Anhelamos un mundo fundado sobre cuatro libertades humanas esenciales.

La primera es la libertad de expresión, en cualquier lugar del mundo.

La segunda es la libertad de cada persona para adorar a Dios a su manera, en cualquier lugar del mundo.

La tercera es la libertad para vivir sin necesidades  en cualquier lugar del mundo.

La cuarta es la libertad para vivir sin temor  en cualquier lugar del mundo”.

Y añadió,

«No es la “visión de un milenio lejano, se trata de una base concreta para un tipo de mundo que se puede alcanzar en nuestro propio tiempo y nuestra propia generación”.

Ni el lema de la revolución francesa ni las Cuatro Libertades se han cumplido.

Y nos acosa un peligro mayor que es creer que la realidad es nominativa, que si lo mencionamos, existe.

Los países se auto denominan democráticos sin serlo, se dice que existe libertad de expresión cuando las grandes corporaciones que gobiernan el mundo son dueñas de los grandes medios de comunicación, la pobreza aumenta cada día y el miedo reina libre en el mundo.

No confundamos el desarrollo humano con el desarrollo tecnológico.

El gobierno interno del mundo, la Jerarquía Espiritual, tiene un Plan que es reflejo del Plan de Dios para este mundo.

¿Con quiénes cuenta la Jerarquía?

¿Con las grandes corporaciones que personifican el egoísmo humano?

¿Con los políticos cuyas campañas para ser electos las pagan esas grandes corporaciones?

¿Con los medios de comunicación?

Es obvio que cuentan con sus discípulos y con la gente buena del mundo para implementar el Plan y abrir los caminos para el nuevo tiempo.

Entonces, es legítimo preguntarnos,

¿en qué hemos fallado?

Las tres cualidades básicas de nuestra conciencia son la voluntad, el amor sabiduría y la actividad inteligente.

Con ellas contamos para cumplir el propósito de nuestra vida.

Amor hay en abundancia, inteligencia también pero nos falta voluntad.

Y la voluntad es el motor principal para cualquier cambio.

La voluntad pone en acción las otras dos cualidades.

Puedes amar hasta que sientes que el corazón te duele pero sin voluntad no haces nada realmente determinante para aquellos que amas.

Puedes ser muy inteligente, pero sin voluntad todos tus planes se quedan siendo pensamientos formas que terminan intoxicándote.

No hay que confundir la voluntad con el impulso.

El impulso crece rápido y rápido se desinfla.

La voluntad, esa facultad divina que todos tenemos, que nos conecta con la voluntad de Dios, es estable, duradera y firme.

No depende de las circunstancias y siempre otorga a quien la expresa una sensación de equilibrio y firmeza que no se conduele con las circunstancias externas.

Con ella cuentas para tus trabajos internos y tu servicio externo.

Sin voluntad, puedes tener un gran impulso, empezar un trabajo interno sublime pero con el tiempo empieza a aflojarse y terminas dejándolo o haciéndolo tan rutinario que no es efectivo.

¿Qué té faltó?

VOLUNTAD.

Dirigidos por el Maeatro Kumar un grupo muy grande de discípulos, a nivel internacional, hicimos un trabajo global por la justicia social llamado la Red Diamantina que duró 7 años.

El Maestro dijo que se había cumplido «parcialmente» el propósito.

Ese «parcialmente» me dolió viendo la situación mundial.

¿Qué nos faltó?

VOLUNTAD.

Podemos empezar invocándola.

La fuente de la voluntad divina está en ese centro que llamamos Shamballa, «el lugar donde la Voluntad de Dios es conocida», desde donde el Señor del Mundo nos bendice y bendice a todo el planeta en cada amanecer.

Si nos enfocamos podemos recibir estas bendiciones sublimes con el propósito de reforzar nuestras voluntades y al inhalar ese aire fresco de la mañana sentir que su radiación nos penetra a través de la luz de cada amanecer.

Si eres de los que cantan el Gayatri, focaliza tu atención en su propósito es que descienda a ti la voluntad de los tres soles, el que ves en el cielo, el sol central y el cósmico.

Hay un llamado que está cruzando los éteres planetarios.

Es un llamado del Señor Maitreya, el Cristo amado, cabeza de la Jerarquía Espiritual dirigido a todos los seres de buena voluntad.

Como respuesta a ese llamado hemos decidido dedicarle nuestro próximo Congreso Internacional que celebraremos en la ciudad de Miami, los días del 27 al 30 de mayo.

Si sientes Su llamado en tu corazón y quieres participar, escríbenos y te daremos detalles.

Con el amor de siempre,
Carmen Santiago
[email protected]

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